domingo, 18 de mayo de 2014

Jugando

Jugando

Hace dos semanas tuve un partido de futbol, fui el capitán del equipo. El fin del torneo es ambicioso, digo que es porque aún sigue ese torneo, mi equipo fue eliminado, nos eliminaron. Pero de lo que quiero hablar, es de algo que por muchos -que jugamos o incluso quienes han ido a un partido- es conocido, la actitud de algunos jugadores.
  La mayor parte de jugadores son amigos míos, se puede decir que de 9 jugadores, a 6 yo los invité a participar en el juego, los otros tres, sólo uno es amigo, los otros dos son compañeros de unas actividades. El partido fue de futbol 7. El equipo contra el que jugamos jugaba muy bien, se notaba que ya llevaban tiempo jugando, nosotros nunca habíamos jugado juntos, si a caso mis amigos y yo hemos tenido retas, de esas que se organizan por buena onda, pero no es algo serio, sólo sabes quién juega bien y quién no. Nunca practicamos de manera seria, y no nos dio tiempo de entrenar a causa de que nos informaron de nuestro juego con tres días de anticipación.
  Nos golearon. Y uno de mis compañeros de equipo estaba necio que quitara al portero, yo me puse de portero. Pero, la falla no sólo era del portero, nuestros rivales tocaban muy rápido y se movían, nosotros estábamos jugando muy lento, no marcábamos bien, los medios no hacían ni labor defensiva ni labor de ataque. Fuimos un desastre en el primer tiempo. En fin, el segundo tiempo fue mejor, me anotaron dos goles, uno fue a causa del error de la barrera, en tiro libre, se abrió un hueco en la barrera y por ahí se coló el balón, no pude hacer mucho. Y el segundo fue un autogol, un delantero iba entrando al área chica por la banda, no tenía defensas que marcaran por si mandaba centro, así que hice el movimiento para anticiparme al centro, lo hice también porque el central venía marcando a ese delantero y me di cuenta que si el delantero buscaba tirar al arco, el central sin dificultades taparía el tiro, estaba achicando bien el área. Pero ocurrió un error, el delantero sí tiró hacia el arco, yo ya estaba más anticipado al centro, entonces al momento del tiro, el defensa metió el pie pero de manera que el balón se dirigió a la portería, ya no pude realizar el movimiento para tratar de atrapar el balón, se coló en las redes. Sin embargo, fue divertido y emocionante, salvé varias de gol y rememoré viejos momentos en los que fui portero cuando niño, y el estar con tus amigos jugando también es emocionante y divertido. Pero hablaré de otra cosa.
  Los que jugamos sabemos que hay muchos tipos de jugadores, no sólo por sus cualidades y la zona en donde se desempeñan mejor, sino también por sus actitudes. Quiero hablar acerca de los que no entienden que un partido, es un juego, es verdad que hay finales, clásicos, y partidos importantes. Pero tampoco se trata de perder la cabeza, en todo caso se trata de dar todo el esfuerzo físico, no de querer encontrar soluciones sacando y metiendo jugadores, eso es muestra de desesperación, sobre todo si es notable que el equipo de por sí no está funcionando así realices mil cambios. Eso es una cosa, la otra, es que el pelear entre compañeros ocurre, pero ofender y desanimar a alguien que es menor que tú, y que quizás hasta tiene un problema emocional o alguna cosa así, es otro tema, y quizás aquí salgan a la luz los 'hombres', diciendo que para que juegan personas así si no vas a aguantar los insultos que luego recibes. Ese tipo de respuesta, es muy boba. Y si vamos a argumentar de esa manera, les diría a esas personas, que sólo un imbécil que no ha convivido con más personas es quien podría realizar un juicio tan pobre como ese. No es difícil de entender, tenemos varias maneras de sentirnos mal, algunos soportan más las ofensas, otros no, es básico saber eso. Y ahora, pensemos que en un deporte en donde las emociones llegan a dominar, llegamos a decir cosas de las cuales podemos arrepentirnos después, o aunque no tengamos ese sentir de arrepentimiento, podemos decir cosas que causen desconcierto en los demás y también podemos desanimar a otro jugador. Si el equipo va mal y uno agrede sin parar a otro jugador que ha tenido errores o que quizás parece que son errores suyos pero de hecho no es así y uno cegado por el coraje de perder cree que de hecho tiene la culpa de las fallas, sólo estaremos perjudicando más al equipo, creo que todos lo entendemos si lo pensamos poquito. Pero no, hay quienes no lo ven. Y peor, sabiendo que ni siquiera relizaron un buen partido -o quizás hasta crean que sí lo hicieron, qué ciegos son si es así-, al finalizar todo, sacan a colación indeterminados chistes baratos para hacer reír o encontrarle gracia a la derrota del equipo. Sin parar, es decir, habla y habla y habla... creyéndose el gracioso cuando primero, jodió al equipo por su actitud, jodió a un compañero -eso si es a uno nada más- y no dió un buen partido, ¿de qué se trata? Esos jugadores deberían cuestionarse si de verdad les gusta jugar o no, porque también parece que a ellos no les puedes decir que hacen un mal trabajo, pero ellos sí pueden insultar a otros compañeros, no tiene sentido. Pero así ocurre en el futbol, así pasa en los equipos, a veces. Hay que ignorar a esas personas, dejar que cuenten sus chistes baratos y no responder, al responderles o reír se les solapa sus idioteces, se creen superior al que insultan y las bromas que realizan no sé de dónde las aprendieron o cómo le hacen para hablar sólo por tener boca. El futbol es un deporte muy entretenido, divertido cuando lo juegas, de exigencia si quieres sobresalir, y también de carácter, no de seres que quieren ganar sin esfuerzo y solucionar todo gritándole al que creen que comete un error cuando no miran si ellos han hecho un buen juego.

M. Téllez.

viernes, 16 de mayo de 2014

Regreso

Regreso

Buenas noches, lectores. Hace tiempo que ningún cómplice en el Moira, hay varias razones para explicar ese suceso, pero -creo- se resumen en la falta de tiempo -o incluso de ganas, por decirlo así, escuetamente- que hemos tenido. Todos somos estudiantes, universitarios, y también hacemos otras actividades, no precisamente como salir a beber o cosas así, algunos de mis cómplices trabajan, otros viven muy lejos de la escuela, en fin, el día nos rinde poco, en varias ocasiones. Pero, basta de defender a mis cómplices -y a mí- ante la ausencia en el blog, espero que pronto retomemos la escritura, ya que es un buen remedio para sacar algunas penas o demostrar lo que creemos entender' de las lecturas que hacemos o de proyectar aquello que nos inquieta.
  He visto muchas cosas en estos meses, violencia como siempre, aunque, también estuve inmerso en un equipo de fútbol, eso fue el fin de semana que pasó, tuve la triste experiencia de perder' a un familiar -lo asesinaron-, y bueno, pensé que con eso bastaba para un gran escrito, que aún no me decido a escribir, pero seguro lo haré porque -pienso- es algo que no debe guardarse, no por el hecho de que sea de esas personas que les gusta exhibir sus experiencias -y más las dolorosas o difíciles- si no porque fue un hecho que afectó a muchas personas, y es una duda que tengo hasta el día de hoy, así como la terrible dificultad de entender la finalidad de las personas o, mejor dicho -aún no logro definir qué intento decir de manera clara-, el tratar de dilucidar la manera en que una persona deja de existir, y si esa manera es justa'. Sé que es un tema oscuro, al menos lo es para mí, porque tendríamos que trazar muchas cosas, como definir una muerte justa, una muerte injusta y cosas así, y quizás -por cuestiones extrañas- a veces nos vemos obligados a preguntarnos si tiene sentido ser de tal o tal manera en la vida, y eso -creo- no tiene respuesta. Sin embargo, no veo el porqué no hablar de temas oscuros'. Por lo anterior, es que he tenido cambios en mi pensamiento, he visto a las personas con otros ojos -pensemos en el ojo virgen para entender lo que digo y que esta metáfora no sea tan ridícula- y si antes notaba a la gente cansada, ahora la noto exhausta. Y es difícil alejarse de esos dolores, al menos eso creo, quizás haya por ahí algún estoico de hecho que nos pueda ayudar. Pero por ahora no me he topado con algún estoico así, menos uno joven, es fácil ver a los adultos hablar de superar problemas, ellos tuvieron una época sencilla, no tuvieron tanta competencia, la comida incluso era más sencilla de conseguir, hoy no es así. Nos toca un mundo más difícil, en donde parece que debemos pasar encima de alguien si queremos algo, y si creemos que no es así, es porque quizás el que lo piense vive en una comunidad pequeña y con los factores para desarrollarse' -lo que eso quiera decir- sencillos, aquí no es así. Aquí es donde no puedes caer, y si caes, debes gatear o pararte rápido, los amigos ya no saben cómo ayudar por más que sean amigos, a ellos también les afecta la manera en que vivimos, y en el caso de las parejas, quizás lo único que los anime a seguir sea el afecto mutuo, de lo contrario, también están perdidos. Dice una canción española "la derrota no es una opción y no hay excusas".

M. Téllez