sábado, 5 de julio de 2014

Pensamientos'

Pensamientos'

Es joven, quizás tres años menor que yo. La conocí realizando un cuestionario. Ella fue una de las -y los- que respondieron a ese cuestionario. Desconozco su nombre, incluso su rostro, sólo la he mirado por un minuto -tal vez- sumando los segundos que por momentos la he observado. Hace siete días -luego de verla- pensé: 'ya quiero que pase una semana', pasó eso por mi mente porque así confirmaría que ella toma un curso en aquel lugar, casi a la hora en la que yo me encuentro tomando un curso en ese mismo lugar. Incluso averigué si además de ese día el tal curso al que creí que ella asistía se impartía en otros días, '¿por qué no ir -casualmente- a ese recinto si es el caso que sí se imparte en otros días?' - pensé. No, no se imparte otros días. A esperar' una semana. Pero, ¿para qué esperar'? ¿por qué estoy esperando'? Y no quiero decir que ya la buscaré, porque sería una locura -peor que la de estar delirando' como ahora lo hago- ya que no sé de ella, ni de dónde es, si vive cerca de aquel lugar, nada, ese cuestionario no ocupaba datos personales, ni siquiera un correo electrónico. Pasó una semana. La volví a ver, creo que me miró. Sí, estoy seguro que me miró, pero, ¿y si no me miró? Pues nada-. Si es el caso que nada', ¿por qué me importa? Es claro que quiero conocerla, es claro que llamó mi atención. Pero no le hablé, hace mucho tiempo que no tengo acercamiento con mujeres que me atraen realmente. ¿Cómo que 'realmente'? Sí, en mi caso, sé que hay mujeres que me atraen quizás por su físico, pero de manera muy trivial, hay mujeres que me atraen por su manera de hablar, sus gentilezas' o rudezas', pero no más, es un llamado de atención, sólo eso, es sólo un darme cuenta que tiene alguna cosilla que me atrae, pero es sólo eso: cosilla. Aquí podría decir que es: cosolla. Pero, no se oye muy poético, 'cosolla'. No me imagino contarle esa teoría' propia de la atracción y decirle que sus atributos son cosollas. Bueno, sí me lo imagino, sólo que causando primera impresión, me gustaría otro término, alguno con un sonido más poético, y no 'cosolla' ni 'cosota'. A lo mejor para ella esas palabras son poéticas, pero, al diablo, no sé ni porqué llego a este punto. Ahora pienso: 'tengo que rifarme' dentro de siete días'. Y claro, los 'arrepentimientos' salen: '¿por qué no te rifaste' hoy? No importa, no lo hice. Fue por pena. O por miedo. Quién sabe, no lo hice. Y, ¿qué le diré, además de 'hola'? Como pasa siempre -quizás-, que sea espontaneo, aunque sería interesante planear un discurso, un discurso elegante, no un diálogo, porque en ocasiones el diálogo se desvía y no por nuestra causa, en cambio el discurso elegante puede ser tajante, atacando ciertos puntos para dejarle claro cómo me rifo', y que ha llamado mi atención, claro. Así que tampoco puedo sentirme muy acá', porque no estoy siendo muy acá, si fuera muy acá, le hubiese hablado ahora. ¿Ella pensará en mí? Si es el caso que no, pues nada. Si es el caso que sí, ¿qué será lo que piensa? ¿estará un tanto dudosa por saber si le hablaré? Puede ser, casi siempre he pensado que las respuestas son: no, no piensa en ti. No, no espera que le hables. Nunca he preguntado referente a esas cuestiones con algunas mujeres que conozco. Claro, son distintas, pero el golpe puede causar un dolor similar, al menos eso pienso. Y si fui certero, entonces las probabilidad del dolor aumentan. Aunque ahora la cuestión será ¿cómo sé que ya esos dolores no le afectan? O que tal vez sí le afectan, pero se le pasan, o no piensa en ellos a cada rato. Es complejo. Me queda esperar. Sólo que... ¿si alguien me gana el mandado? Nada, aunque te lo ganen se lo puedes robar, ¿por qué no? Sólo que... si aquel golpe del que gana el mandado fue muy certero, preciso y hasta elegante, se pierde. Esperar. Esperar y no esperar. Esperar porque falta para aquel día, no esperar porque no debo estar atormentando mis pensamientos con estos delirios. Su mirada. Ahora podría empezar a mencionar sus atributos que la distinguen de 'cosillas'. No. Ya pasó un día, es de madrugada, falta un día menos. Falta un día menos.
 
M. Téllez.

martes, 1 de julio de 2014

Múltiples efectos


No me encuentro
cuando estoy sin ti, no me encuentro.
No razono
cuando estás aquí no razono. 
Idealizo
lugares y momentos,
caminando, acostado, escribiendo.
Desesperado
por tocar, acariciar, amar y mirar, así me siento.
Tu cuerpo,
el sitio al que quiero llegar y no abandonar.
Deseo,
y deseo que acompaña mi desesperación.
Ilusiones
por compartir, reír, soñar, experimentar y gozar, por ello surgen.

Admirar un brillo
el de tus ojos.
Contemplar un conjunto
el de tu pelo y tu rostro.
Observar la armonía
de tu piel y tu gracia.
Perderme en los hechos que narra tu voz.

Apreciar el sonido
de tus risas, murmullos, palabras y silencios.
Quedarme atado
bajo tus caricias, tus deseos e ilusiones.
Esperar
por el anhelo de tus labios besar, por ti lo hago.
M. Téllez. 

Una causa


  
Alterado está mi ser
¿Por qué mi mente no puede resolver éstas cuestiones?
¿Por qué al tratarse de ti vigilo más mis acciones?
¿Por qué motivo te tengo tan presente?
¿Por qué hoy día no puedo ser tan contundente?
Confundo el tiempo y lo relativo a él
cuando no estás aquí me parece extenso
cuando no sé de ti me parece inmenso.
Pierdo la noción sintética y consistente
de mis juicios y actitudes más comunes.
Mi imaginación solamente te imagina
mis desvelos son así por causa tuya
mis palabras son así por causa tuya
por causa tuya mis deseos son así.
Son así, también, mis ganas por saber de ti.

Por saber de ti también eres la causa
y el efecto por el cual tú eres causa
es extrañarte porque hoy no sé de ti.
M. Téllez.