Acciones distintas
Las protestas siguen latentes en la ciudad y en otros estados. Pero lo que escribo lo hago pensando en mi ciudad.
Durante años se ha marchado y se consigue poco. Pero no hablemos de los resultados para no meternos en discusiones' que no tienen caso. Hoy se marcha por 43 desaparecidos. Ahora se protesta por los llamados presos políticos. Después por las detenciones arbitrarias -que bien pueden formar parte del conjunto de los presos políticos-. Hoy comenzarán las protestas por ésta nueva tendencia, a saber, que se persigue a los 'activistas', o bien, personas que se encuentran en las cuestiones sociales de hoy día. Las llamaría políticas, pero cada vez que suena 'político', 'política', 'políticas', etc., esa palabra que designa asuntos complejos, hoy ya tiene el tinte de corrupción, de gobierno autoritario. Nuestro Estado está en ruinas. Es sabido que hay buenas cosas en el D.F., pero no tendría que ser perseguida la gente por expresar sus creencias, a menos -tal vez-, que violen la integridad de otras personas o sean prácticas no defendibles. Pero hacer una protesta o participar en asambleas no pertenece a esas cuestiones, o al menos eso pienso.
Nuestras acciones deben cambiar. En escritos anteriores es claro que defiendo la democracia, que pienso que -como Rawls- nuestras instituciones se deben regir por principios establecidos luego de algún consenso, con el uso de la razón, etc. Pero, como bien señala Rawls -también-, seguir principios es razonable sólo cuando el otro los sigue. Y el Estado, que debe garantizar libertades, hoy día no lo hace. Es un Estado en ruinas, como dije.
Si van a marchar, piensen porqué lo hacen. Ver tanta gente reunida en un sitio por un motivo, sólo causa un sentimiento. No tiene sentido que haya gente en las calles con enojo y frustración. Los sentimientos son importantes, de eso no hay duda, pero no deben ser esos factores los que dirijan nuestras acciones. El gobierno ya las conoce bien. Siempre se ha marchado que el gobierno ya sabe cómo ensuciar las marchas, o tal vez el gobierno ni siquiera ocupa hacer algo. La organización es un desastre en muchas ocasiones, se estipula algo y alguien por alguna emoción realiza otra cosa. Se debe entender que si se marcha hoy día, se está paseando por la puerta de la violencia. Pienso que estamos en ese nivel. Por eso comencé que hay que cuestionarnos porqué lo hacemos -marchar-. Si creemos que marchando equivale a una solución, somos unos ingenuos. Tal vez cercar a las autoridades sea más factible, pero no menos peligroso. Y eso es lo que debemos entender. Estamos en peligro. Y esto no debería causarnos miedo, debería ponernos alerta, entender que no todos estamos en condición de estar en un enfrentamiento. Alguna vez presencié un enfrentamiento entre granaderos y encapuchados, me pareció un teatro. Si la gente fuera organizada y tuviera mentalidad de corte estratégico, los granaderos estarían en mayor peligro, podemos tener más armas que ellos. Y somos más. Pero no quisiera que el texto se preste a que estoy incitando a un levantamiento, eso sería también muy ingenuo. Hay que pensar, las cosas cada día se tornan más difíciles. Nuestras acciones deben cambiar.
M. Téllez.
M. Téllez.