viernes, 17 de diciembre de 2021

A la busca de Ramón López Velarde, poeta nacional imposible. Entrevista con Christopher Domínguez Michael

 

POR: RAMSÉS OVIEDO PÉREZ





Fue en el Museo de la Ciudad de Querétaro donde la secta velardeana decidió reunirse el pasado 10 de diciembre para celebrar otra noche de análisis en torno a la obra de Ramón López Velarde. Para continuar con las celebraciones del poeta nacional por su doble centenario, a los 100 años de su fallecimiento y a los 100 años de la publicación de La suave Patria, el Fondo Editorial de la UAQ, comandado por el ilustre y enojón Federico de la Vega Oviedo, llevo a cabo “El íntimo decoro. Ramón López Velarde: un encuentro entre pintores y escritores”, evento que contó con la participación de David Huerta, Fernando Fernández y Carlos Ulises Mata, quienes puntualizaron imprecisiones filológicas, recapitularon aportes críticos que ha dejado el año del centenario y dieron sus experiencias de lectura, todo acerca del poeta zacatecano. 

Asimismo, el encuentro queretano contó con la asistencia de varios pintores y críticos literarios de México, entre quienes encontramos por sorpresa a Christopher Domínguez Michael, quien, dijo, se encontraba ahí “de casualidad”. Posterior a la presentación de rigor, el reconocido crítico accedió a compartir con nosotros una breve entrevista. Espero la disfruten.

 

¿Cuál es la importancia de Ramón López Velarde en la tradición literaria de México?

Estoy aquí de casualidad, entonces no venía preparado para esta respuesta, pero en junio en la revista Letras Libres escribí un artículo que se llama “Ramón López Velarde: el poeta nacional imposible”[1] en el que digo que, por las particulares circunstancias de su muerte, su desencuentro con las figuras que él admiraba de la Revolución mexicana (como Madero y Carranza que son derrotados), él acaba pidiéndole trabajo a los enemigos, que es Álvaro Obregón; y gracias a José Vasconcelos escribe La suave Patria. Muy poco tiempo después él muere y se convierte en un poeta nacional imposible, porque López Velarde no tenía nada que ver con el discurso de la Revolución mexicana, pero no importó... La suave Patria ha atravesado el siglo como obra de un poeta nacional, de provincia, católico, maderista, que veía con mucho desdén la Ciudad de México, a los generales, y desde luego a todo lo que no fuera el “México profundo”. Entonces la importancia política e histórica pues es interesante porque es paradójica.

 

¿Cómo percibió este año de celebraciones en torno al centenario Ramón López Velarde?

Muchos mosquitos... No, no, basta la charla de hoy para ver la riqueza que tiene un poeta cuando tiene devotos tan curiosos y tan entrañables, pues sí, como todo un clásico es una poesía que cada generación va a leer y releer y va a encontrar cosas nuevas. No hay ninguna duda de que es uno de los grandes poetas de México.

 

¿Le pareció que la crítica literaria se renovó este año México a raíz del centenario?

¡Sí, claro! Sólo lo que se mencionó hoy la mayoría son cosas nuevas o que ignoraba su existencia. Yo mismo cuando me puse a trabajar mi ensayo sobre López Velarde ignoraba muchas cosas porque no había sido un autor que hubiera trabajado. Entonces, para mí este año fue muy grato porque descubrí muchas cosas que no sabía y todo aquello que vaya en contra de la propia ignorancia se agradece.

 

¿Qué aspectos recomendaría estudiar de Ramón López Velarde que quedan pendientes por revalorar?

Estudiar me parece una palabra imprecisa o que puede asustar a las personas. Habría que leerlo con pasión, con interés, con curiosidad. No es un poeta fácil. Si tú llevas a Ramón López Velarde a un taller de jóvenes escritores que quieren ser poetas y los pones a leer de buenas a primeras a López Velarde, hay muchas cosas que no van a entender. ¿Por qué? Porque tienes que hablarles de modernismo, de Baudelaire, de la renovación católica; y a la vez es un poeta —como dijo David Huerta— de la majestad de lo mínimo.

 

Fuera de los círculos académicos, ¿cómo cree que va a ser leído Ramón López Velarde por las nuevas generaciones?

¡Uy!, esa pregunta es imposible contestar porque no tengo güija. Más bien me aprovecharía de lo que hemos escuchado hoy y de ahí me preguntaría si López Velarde al morir se imaginaba que iba a ser tan leído a lo largo del siglo XX. ¿Qué va a pasar dentro de cien años? No lo sé, pero puedo estar casi seguro que seguirá siendo por varias décadas uno de los padres tutelares de nuestra cultura.




 



[1] Disponible en: https://letraslibres.com/revista/ramon-lopez-velarde-el-poeta-nacional-imposible/

*Fotos de Rodrigo Mancera, reportero de Tribuna Universitario (UAQ)