POR: RAMSÉS OVIEDO PÉREZ
Asimismo, el encuentro queretano contó con la asistencia de varios pintores y críticos literarios de México, entre quienes encontramos por sorpresa a Christopher Domínguez Michael, quien, dijo, se encontraba ahí “de casualidad”. Posterior a la presentación de rigor, el reconocido crítico accedió a compartir con nosotros una breve entrevista. Espero la disfruten.
¿Cuál
es la importancia de Ramón López Velarde en la tradición literaria de México?
Estoy aquí de casualidad, entonces no
venía preparado para esta respuesta, pero en junio en la revista Letras
Libres escribí un artículo que se llama “Ramón López Velarde: el poeta
nacional imposible”[1]
en el que digo que, por las particulares circunstancias de su muerte, su
desencuentro con las figuras que él admiraba de la Revolución mexicana (como
Madero y Carranza que son derrotados), él acaba pidiéndole trabajo a los
enemigos, que es Álvaro Obregón; y gracias a José Vasconcelos escribe La suave
Patria. Muy poco tiempo después él muere y se convierte en un poeta
nacional imposible, porque López Velarde no tenía nada que ver con el discurso de
la Revolución mexicana, pero no importó... La suave Patria ha atravesado
el siglo como obra de un poeta nacional, de provincia, católico, maderista, que
veía con mucho desdén la Ciudad de México, a los generales, y desde luego a
todo lo que no fuera el “México profundo”. Entonces la importancia política e histórica
pues es interesante porque es paradójica.
¿Cómo
percibió este año de celebraciones en torno al centenario Ramón López Velarde?
Muchos mosquitos... No, no, basta la
charla de hoy para ver la riqueza que tiene un poeta cuando tiene devotos tan
curiosos y tan entrañables, pues sí, como todo un clásico es una poesía que
cada generación va a leer y releer y va a encontrar cosas nuevas. No hay
ninguna duda de que es uno de los grandes poetas de México.
¿Le
pareció que la crítica literaria se renovó este año México a raíz del
centenario?
¡Sí, claro! Sólo lo que se mencionó hoy la
mayoría son cosas nuevas o que ignoraba su existencia. Yo mismo cuando me puse
a trabajar mi ensayo sobre López Velarde ignoraba muchas cosas porque no había
sido un autor que hubiera trabajado. Entonces, para mí este año fue muy grato porque
descubrí muchas cosas que no sabía y todo aquello que vaya en contra de la
propia ignorancia se agradece.
¿Qué aspectos recomendaría estudiar de
Ramón López Velarde que quedan pendientes por revalorar?
Estudiar me parece una palabra imprecisa o
que puede asustar a las personas. Habría que leerlo con pasión, con interés,
con curiosidad. No es un poeta fácil. Si tú llevas a Ramón López Velarde a un
taller de jóvenes escritores que quieren ser poetas y los pones a leer de
buenas a primeras a López Velarde, hay muchas cosas que no van a entender. ¿Por
qué? Porque tienes que hablarles de modernismo, de Baudelaire, de la renovación
católica; y a la vez es un poeta —como dijo David Huerta— de la majestad de lo
mínimo.
Fuera de los círculos académicos, ¿cómo
cree que va a ser leído Ramón López Velarde por las nuevas generaciones?
¡Uy!, esa pregunta es imposible contestar
porque no tengo güija. Más bien me aprovecharía de lo que hemos escuchado hoy y
de ahí me preguntaría si López Velarde al morir se imaginaba que iba a ser tan
leído a lo largo del siglo XX. ¿Qué va a pasar dentro de cien años? No lo sé,
pero puedo estar casi seguro que seguirá siendo por varias décadas uno de los
padres tutelares de nuestra cultura.
[1] Disponible en: https://letraslibres.com/revista/ramon-lopez-velarde-el-poeta-nacional-imposible/