miércoles, 23 de marzo de 2016

El alcohol no borra

Un trago, dos, tres, hasta que el alma se sienta mejor. Luego te conectas a Facebook, y como la sangre hierve, publicas tus odios contra el mundo.
A veces esa es la manera sensata en que funcionamos algunos. Pero yo ya no estoy para esos actos rebeldes, ya me siento hastiado. Es terrible. ¿Cómo? ¿Un refugio -o como quieras llamarlo- ahora es también un lugar frustrante? Una finalidad del refugio es estar en calma, ya no estoy en calma ahí. Hay quienes creen, como tú, que siguen bien en el refugio, pero no ven que ese atacar al mundo, en aquel estado que ya señalamos, es un engaño a sí mismo.
Si realmente fuésemos sensatos, ni con alcohol atacaríamos al mundo, no. Lo que diríamos sería algo como: ¡Al carajo, puto mundo! Y el sello sería que no habría que publicarlo en Facebook ni en twitter ni en nada: es suficiente con sentirlo en esa mente mareada, en esa boca saciada de alcohol, en esa alma embriagada. 
Publicamos ebrios en Facebook porque a diferencia del resto, nos detiene la inseguridad de un pensamiento y la incertidumbre de si nuestras palabras tienen caso en ese espacio. A los otros no les interesa, publican cualquier frase de cereal y es justo lo que ellos son y creen, ¿por qué crees que después te sale publicidad relacionada con tus gustos? No es difícil relacionar tus gustos con la industria, y aunque creas que no eres eso, de hecho lo eres. Sólo te gusta complicarte, pero al final vas a comprar.
Podremos publicar así y una ventaja de escribir en esa plataforma es que puedes borrar las palabras. Basta dar un clic en la pestaña superior del lado derecho y luego oprimir 'Eliminar'. ¿Que eso está mal? Es tu muro y haces lo que quieras, borrar, editar, lo que sea. Sí, así es. El alcohol podrá hacer que escribas tu odio -o rechazo, dudas, ignorancia, etc.- hacia las personas, pero el alcohol -a diferencia del Facebook- no borra las palabras ni lo que eres. 
No hay otra cosa, más que la voluntad y la virtud, que borre o cambie lo que eres. El alcohol sólo te inhibe -nos inhibe- y es cuando apedreamos con palabras. Pero eso ya es bastante absurdo, algo interesante como el vino se vuelve vacío al usarlo como medio para ese fin. Tú aún no lo ves, aunque seguro lo podrás intuir. 

M. Téllez. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario