jueves, 30 de noviembre de 2017
lunes, 27 de noviembre de 2017
domingo, 26 de noviembre de 2017
sábado, 25 de noviembre de 2017
viernes, 24 de noviembre de 2017
Vestido oscuro
Han salido muchas líneas de las cuales tú eres causa. Ni siquiera hemos platicado.
A decir verdad, a un conjunto de esas líneas me atreví a llamarle canción. Ni siquiera sé si te imaginas que yo estaría pensándote.
Meditando sin tanto esfuerzo, la sugerencia de que he querido más a las idealizaciones que a seres concretos me ha susurrado en el pensamiento más de una vez. Por ahora eres idealización.
Nada impide suponer que puedes encajar con aquella idealización. Pero estoy seguro que eso nunca lo sabré.
Comparto tu tristeza atrincherada al ser, y apostaría que sería de nuestro agrado tirarnos a la oscuridad, compartiendo alguna canción con buenas capas de sonido, guitarra con reverb, y con una batería que nos diera ritmo para besarnos.
Por generalización, puedo argüir que el frío me hace pensar en abrazarte; así le pasa a otros humanos, y pertenezco a esa comunidad. La verdad podría ser otra, pero la única manera que conozco, y que me sería confiable, es que el hecho haga verdadera a la proposición. Cuando tú estés junto a mí, tendré esa verdad. Pero estoy seguro que eso nunca lo sabré.
M. Téllez.
jueves, 23 de noviembre de 2017
miércoles, 22 de noviembre de 2017
lunes, 20 de noviembre de 2017
La teoría de la cuerda floja
Despiertas en algún momento. Te dijeron que tienes que cumplir con obligaciones: ir a la escuela, sacar 10 en las materias, no ver la TV de cerca, comer con los cubiertos, no eructar, no hablar mientras dos adultos están platicando, no correr como desquiciado, no comer tantos dulces porque se te picarán los dientes y, en dos palabras, portarte bien.
El tiempo transcurre y la inquietud es inevitable: se te picarán los dientes, usarás lentes, te dará risa algún eructo bastante sonoro y, en definitiva, podrías preguntarte si te has comportado bien.
Luego hay que conseguir lo que en este mundo paga lo que se requiere para vivir: dinero. Los consejos de mamá o papá ya no serán tan útiles: tienes que hacer por un puesto, o conocer a algún conocido para que te brinde un empleo y trabajar en la empresa familiar. Da igual, sin duda algunos padecerán más por no tener lazos familiares en los negocios -así sean fraudulentos o no tan prometedores de riqueza-, pero al final estarás entrando en este nuevo juego: entenderás porqué se añoran los viernes y porqué el lunes ha pasado a ser el día maldito.
Desde que despertaste, has estado en una cuerda floja. Por momentos tuviste nervios, dudas y asuntos por el estilo, pero seguías: equivale a tener alguna piedrita metida en el zapato caminando en la cuerda floja, pero después te acostumbras a ella, o a lo mejor se escondió en algún resquicio del interior del zapato. No es relevante: sigues en la cuerda, andando.
El agotamiento mental, que implica creencias, miedos, dudas profundas y demás, es lo que te hará darte cuenta de la cuerda floja: si intentas salirte es casi seguro que caigas, y no sabes qué hay una vez que vueles por el aire: no sabes si podrás reincorporarte a la cuerda, o si morirás, o si estarás en una especie de "limbo". No hay pasos atrás, el estado mental que antes te hizo andar ya nunca lo podrás recuperar, nunca somos los mismos en este aspecto. Pero si sucumbes ante la duda, la caída es inevitable. No hay tiendas donde vendan razones para seguir, sólo hay teléfonos inteligentes y boletos para el stand up. La salida obvia es dejar esas dudas profundas, tal vez Aristóteles tenía razón: algunos tienen naturaleza de esclavo. Sigue en la cuerda porque así es la naturaleza, así es el mundo.
M. Téllez.
domingo, 19 de noviembre de 2017
sábado, 18 de noviembre de 2017
Al principio
Me deslizo en silencio para no causar ruido en este ambiente ni tirar algún recuerdo. Si algo cae al suelo, dolerá y recordaré. Si me muevo deprisa, provocaré sonidos que me harán pensar en algo relacionado contigo.
Al principio fue así, cautela e intentar evitar todo movimiento brusco. Pero un ser humano no resiste durante tanto tiempo las leyes que se da a sí mismo, somos animales, no dioses. La debilidad de la voluntad existe, y no tendríamos porqué negarlo ni asustarnos. Claro, una cosa es una debilidad en algún momento y la otra ni siquiera esforzarse, pero eso es otro asunto.
Decidí entrar a la habitación y comenzar a saltar, arrojar todo objeto que me hiciera recordar, abalanzarme contra los recuerdos: que me envuelvan, que quiero odiarlos y matarlos.
¿Por qué quise ser cauteloso? Una vez le confesé a un cuerpo que llegada la mayoría de edad, encontré absurdo querer humillar a los recuerdos y a quienes fueron causas de ellos. "Es que eres un caballero", me dijo. Lo dudo, pensé. Aunque uno no dice siempre lo que piensa, y yo no lo hice frente a ese cuerpo: gran decisión, me lo agradecí después de un encuentro. Pero eso es otro asunto.
Las ganas de estrujar del cuello a los recuerdos y sentir su último aliento siguen latentes. Se me ocurrió que por extensión, primero tendría que terminar contigo. Pero el hecho de encontrarte me quita fuerzas y causa pereza, así que decidí ni siquiera pensar en si el argumento por extensión era verdadero: seguro que puedo recurrir a otros métodos para hallar la verdad de otras razones donde tú no seas variable.
En poco tiempo noté que aunque hiciera alboroto en el cuarto, los recuerdos ya no caían, y si caían, no causaban daño. Aún así tengo ganas de aniquilarlos. Sé que este es el estadio que versa acerca de una especie de capricho por querer ver el daño que puedo causar, especialmente si se trata de llegar a la consecuencia insalvable de quitar existencia. Considero que, una vez dominada esta habilidad, podría ser más fácil detectar qué recuerdos de verdad merecen morir, o si tiene sentido que alguno sobreviva.
M. Téllez.
viernes, 17 de noviembre de 2017
jueves, 16 de noviembre de 2017
miércoles, 15 de noviembre de 2017
martes, 14 de noviembre de 2017
lunes, 13 de noviembre de 2017
sábado, 11 de noviembre de 2017
Calaverita al rector Gilberto Herrera Ruiz
Una calaverita para no perder la tradición,
con respeto y afecto para el doctor Gilberto Herrera Ruíz.
Por Pedro Ramírez Olvera*
EN LA
PUERTA ESTÁ LA FLACA A LA SALIDA DEL RECTOR
1 La Catrina aquí en la (UAQ) cada-año se
echa su vuelta, la otra vez salió llorando por poquito y ni la cuenta, de la
lista que traía a muy pocos encontró, ojerosa y sin color tuvo que apretar la
dieta.
2 Al doctor Gilberto Herrera la huesuda
anda buscando, bien bañada y maquillada por aquí se anda paseando.
3 Fue entre tanta algarabía de debates y
consensos tovia´-ni acababa el día en que se entregaba el puesto.
4 Ya la flaca le había puesto hora y fecha
de salida al doctor Gilberto Herrera junto con su comitiva.
5 Iba el pobre a la carrera como ya era de
costumbre atravesando la explanada que se encuentra en Rectoría.
6 Ora´ que se había peinado y engrasado los
zapatos cuando todos le aplaudían y gritaban ¡Viva Herrera!
7 Entre tanto y tanto abrazo con honor le
agradecían, tanto que apoyo a los chavos de la Facultad de Ingeniería.
8 La bancada del gobierno ya le había
echado el ojo, pos´ Gilberto saben bien, que trabaja y gana el voto.
9 Ya ni alianzas ni reformas ora sí ni que
decir, la delgada andaba hambrienta y Gilberto iba a salir.
10 Otros ya se habían formado pa´ ocupar la
Rectoría, la huesuda no taruga aprovecho ese mero día.
11 Que lo agarra y que lo envuelve, y que
lo echa en un costal, cascorbeando y empinada se cargó a Herrera pa´-tras´.
12 Bien contenta iba la flaca agarró por
todo el Real, polvadera que llevaba ya quería pronto llegar, ya la olla estaba
puesta pa´ ponerlo a remojar.
13 Dicen que hay por Santa Rosa hasta una hernia
le salió, de subida y con costal, y que nadie le ayudó.
14 Dos hervores le costaron pa´ que pudiera
ablandar, pues Gilberto iba tenso, no sabía onde´-iba llegar.
15 Orasi´ perdió la dieta la calaca de la
UAQ, le alcanzó hasta pa´ cecina y pa´ volver a calentar.
16 Los alumnos y maestros que le vimos
trabajar con “verdad y con honor” como marca el lema UAQ, recordamos y
agregamos que Gilberto es 100% (UAQ).
17 La huesuda se despide, prometió pronto
volver, hoy Gilberto fue el motivo de sentarse a componer.
* Alumno de la Facultad de Filosofía de la UAQ, estudiante del 5° semestre
de la Licenciatura en Historia.
Contacto: petrus_514@hotmail514514hotmail.com
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