Quizás tú puedas estar tranquila con el silencio. Conforme han pasado los días, parece que es así. Yo no estoy tranquilo.
Este tipo de despedidas siempre me han dolido. Quizás hoy sienta una especie de irritación porque sé que con nuestro conocimiento y con la poca o mucha voluntad, algo pudo decirse que no fuera vacío. Pero no ocurrió así.
Alguna vez me leíste un artículo. Fue en una de esas ocasiones en donde nos desvelamos. Tú encendías una luz para poder verme. En algunos momentos yo frotaba mis manos en mis piernas porque tu piel provocaba reacciones en mí de ese tipo. Todo eso fue hermoso. Pareces llena de vida, de energía y de sonrisas puras. Mi caso es distinto, la vida me aburre, la poca energía me alcanza para hacer lo poco que se ve, y mis sonrisas están viciadas por la soledad. Sé que puedes entender mi condición de cansancio porque es probable que también te sientas así. La diferencia es que tú puedes -o eso creo- seguir y tu soledad puede ser calmada por quien quieras. Yo sólo te quería a ti.
Seguiré recordando cosas de ti y nuestros momentos. Soy mortal y mi mente es tan débil junto con mis sentimientos que el mecanismo extraño de mi cabeza hace que recuerde. Por momentos me llena de rabia tener que ser así. Es una debilidad enorme ser humano. Quizás tú tengas una gran respuesta para mi rabia, porque así son tus respuestas, llenas de buenas razones. Me persuadías más de una vez. También dejaba persuadirme.
Aunque quiera seguir escribiéndote, mi pluma se desangra cada vez que quiero hacerlo, ni siquiera mis razones me parecen buenas para intentarlo. Me acorralan esos factores. Seguí sin ver nada de ti. Aunque eso no me pareció una sorpresa, las cosas en otros lugares también son así. Todos callados frente a mí, sonriendo con otros, fingiendo cariño: son relaciones viciadas. Aunque son cosas distintas.
Jamás supe si estabas enterada de mis escritos. No importa. Lo menciono porque este, en esta ocasión, es de matiz triste y sin ánimo. No veo porqué terminar con algo bonito o recordando lo hermosa que eres y lo mucho que te quiero. A veces me avergüenzo de ese tipo de palabras: ya no veo qué efecto importante tengan en una vida. Por sí mismas -esas palabras- dudo que signifiquen algo.
My lips feel warm to touch, my words seem so alive, my skin is warm to caress... On the outside I'm the greatest guy but now... I'm dead inside.
M. Téllez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario