miércoles, 14 de octubre de 2015

No nos interesa

Hoy vi una publicación en mi timeline de fb acerca de cómo educar a un niño. La publicación decía -básicamente- que no tienes que consentir al niño -y hablo también de niñas-, que debe entristecerse porque cuando crezca, verá que el mundo no es perfecto -de esta manera estará preparado para el porvenir-. 
Usé esa terminología porque es la acostumbrada en esas notas. Escribo esto porque quiero decir que a nosotros no nos interesa que no sepan educar a un niño -al menos a mí no me interesa, supongo que otros menos-. 
Me estoy tomando la molestia de gastar palabras para algo así. Los argumentos que tengo en mente para sostener esa indiferencia son varios -no muchos-. Primero, las madres -y quien publicó eso tiene mi edad, o sea 22 años (o tal vez 23)- ya tienen una idea vaga de cómo educar. Creo que todos tenemos una idea vaga y no necesariamente nos interesa crear hijos -aún no entiendo a quién se le ocurre tener más de dos hijos o tener hijos (especialmente hoy día)-. Con esta idea vaga, cuando alguien aconseja algo, la madre -puede ser el caso- que no atienda tal sugerencia por su idea vaga. Si yo le hubiera escrito a esta chica diciéndole: no mimes a tu hijo, los niños son como animales. Lo más probable es que hubiera defendido un rango especial de su hijo en contraposición con los animales. Esto demuestra que 1) mi argumento es correcto y que 2) esa chica no ha leído lo suficiente o no se ha cuestionado lo suficiente para entender que nuestra vida no tiene nada de especial frente a la de otras especies. Lo que digo se discute, aunque estoy seguro que decir lo contrario es sólo engañarse. 
El anterior creo que es el argumento más fuerte que tengo. Digo que es fuerte porque implica varias cosas: si es el caso que defiende su idea vaga frente a sugerencias, entonces su disposición a actuar es igual. Y con esto, quiero decir que incluso aunque acepte la sugerencia, en el ámbito de la acción estará acostumbrada a su idea vaga y luego no hará la sugerencia. Este argumento se extiende a otros ámbitos, no sólo respecto a la educación de hijos. Se requiere de disciplina para cambiar nuestras acciones efecto de nuestras ideas vagas. Y siendo sinceros, pocos se toman en serio esa disciplina: es más fácil ser como somos; ni siquiera es fácil, sólo lo hacemos. 
Mi otro argumento ocupa una discusión más amplia. Creo que hay sitios para aprender o tener sugerencias de cómo educar a hijos y no necesariamente están a la hora de compartir una publicación o de leerla. Estoy seguro que hay talleres de padres, artículos científicos -donde se hable de los niños y de ahí deducir métodos- o platicarlo con alguien -con quién es una buena pregunta, aunque no creo que tan difícil-; haciéndolo en serio. Si es el caso que quieren educar bien a sus hijos, entonces harían lo que señalé. Vemos que no hacen lo que señalé -no compartirían cosas extrañas-, ustedes saben lo que sigue.
Podemos concluir dos cosas de esto que acabo de decir: 1) no se toman en serio la educación de sus hijos y 2) no hacen el mínimo esfuerzo para ACEPTAR las sugerencias que reciben. Finalmente, a nosotros no nos interesa que ignoren estas conclusiones, tampoco nos importa que al ignorarlas, no sepan cómo educar a sus hijos. Claro que es fácil criticar, y es posible que si yo tuviera un hijo, tal vez tendría problemas. Sin embargo, si señalé argumentos y consejos, es porque los conozco, no hacerlos sería irracional de mi parte. Además, creo que al ignorar que los niños son como animales -incluso en la adolescencia y hay quienes en la etapa adulta- están ignorando demasiado. Estoy muy seguro que si entendiéramos que nuestra vida no es especial frente a otras especies y que contamos con ciertos recursos que los animales no, podrían resolver sus dificultades de manera más sencilla. Aunque no olvidemos que tenemos ideas vagas; parece que una de ellas es creer que somos especiales. 

M. Téllez. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario