Me han ocultado mucho, nunca he sabido qué lugar me corresponde en las historias que las personas se cuentan a sí mismas hasta que a ellas se les ocurre abrir el pico para informarme y hacerme partícipe del papel que he estado jugando sin percatarme. Personaje inconsciente, etéreo, fuera de sitio.
Cuando me llega la noticia del sitio que ocupo en cada uno de los guiones me pasmo. ¿Por qué no me avisan desde el comienzo? ¿Por qué no puedo tener la dicha de saber que juego un papel en el sospechoso caudal de las historias que otros cuentan?
Me olvido de mí. Una vez que me informan, cambio totalmente. Repienso mi guión incansablemente. Juego roles diversos, de pronto conscientes. Me confundo.
La verdad nunca se me aparece, más bien, me la cuentan. Me la cuentan "cuando es el momento", cuando no esté en poder de reaccionar de una forma peligrosa, cuando estoy ya atada, enmarañada de hilos, de rumbos. No puedo salir. Estoy dentro.
Incluso cuando pienso que todos los guiones en los que puedo participar se me han revelado, aparece irremediablemente, una nueva obra. Un nuevo papel, una nueva noticia. No sé dónde estoy parada, no sé con quién cuento. Mejor dicho, no sé quién me cuenta.
Me he cansado ya de participar en el último momento, cuando se ha acabado el guión previsto y tengo que llegar a moverme como se me ocurra. A salvar un guión idiota, que ni siquiera he elegido. Así mi vida, así mis papeles.
Avísenme cuando me toque morir.
Ixchelt Hernández
No hay comentarios.:
Publicar un comentario