sábado, 7 de febrero de 2015

Las exclusiones: fuente de espanto'

                                              Las exclusiones: fuente de espanto'.

No se me ocurrió un buen título para este escrito, aunque se acerca -creo- a lo que quiero plantear. Es notorio cuando la gente se espanta -o se sorprende- al plantear una exclusión: esto que haces no se permite aquí, vete a otro lugar. O bien, exclusiones más fuertes: tu color de piel es distinta a la mía > te discrimino y te aparto de donde estoy o el lugar... que ocupo: tú no perteneces aquí. La exclusión que quiero mencionar aquí es de prácticas artísticas -llamémoslas así-. Por ejemplo -aunque esta práctica bien podemos llamarla 'intelectual', la menciono porque creo tiene relación con la artística-, en Filosofía suele haber exclusión entre filosofía continental y filosofía analítica. A los primeros -o eso es de lo que me he percatado- les disgusta el estilo 'seco' de la segunda, y a la segunda le inquieta la arbitrariedad -o incluso vaguedad'- de los conceptos de la primera. Una puede aceptar como discurso la poesía -o metáforas- y la otra no. Y así debe ocurrir en otras sendas para conocer. He escuchado que entre ingenieros, hay cierto 'desprecio' hacia los ingenieros industriales -otro tipo de exclusión, ya que dicen son como 'administradores que saben de ingeniería'-. No pretendo saber si tales exclusiones tienen rasgos verdaderos o no, quiero hacer hincapié que muchos se espantan cuando se mencionan esas exclusiones -insisto, en prácticas 'intelectuales' o artísticas-. Y pienso -o eso defenderé- que no hay porqué espantarnos.
  Luego de aquella larga introducción, comienzo a decir en qué exclusión artística pienso: radio-arte y música. Hace unos meses que empecé a asistir a un taller de Radio-Arte, en Faro Tláhuac, impartido por la profesora M. Cortés. Lo agradable del taller es que -para los que prefieren hacer y alejarse de la teoría- en aquel periodo no vimos muchos conceptos: comenzamos a experimentar. Sí nos dijo la profesora en qué consiste Radio-arte, y -grosso modo- como lo mencionó -o eso es lo que entendí-, es una práctica donde la materia es el sonido y también el lenguaje de radio. Existen paisajes sonoros, poesía sonora, estampas sonoras, retratos sonoros, todas forman parte del conjunto de Radio-arte. La pregunta inquieta es: ¿radio arte es música? En aquel tiempo pensaba que sí y, cuando escuchaba que los músicos decían que no, atribuía tal conclusión a su pedantería. Al final se usa el sonido -pensaba-. Y me preguntaba ¿qué tiene de malo' decir que es música? Me olvidé de aquella duda y mejor comencé a experimentar.
   Hace dos semanas comenzó de nuevo el taller. Ayer salió de nuevo aquella pregunta inquieta. Luego de experimentar -en Radio-arte- y de mi experiencia -tal vez pobre y aventurada- musical -que pueden consultar en Youtube-, pensé: no, Radio-arte no es música. Un señor -que también pertenece al taller de Radio-arte- comenzó a decir que sí era música. Dio un recorrido histórico -digámosle así-, mencionando la experimentación musical -o de sonidos, digamos- que se gestaba allá por los 50's y 60's. Me pareció mucho rodeo para decir que radio-arte sí es música porque parte de sonidos y experimentación. Luego, la profesora pidió que dijera algo. Fui tajante: Radio-arte no es música. Mencioné una definición que se dio el trimestre pasado -use paráfrasis (y no terminé mi idea, pues fui increpado) ya que no encontré mi apunte-: "lenguaje armónico que evoca una imagen acústica abstracta que NO transmite ideas, ni refleja realidades concretas, sino sugestión de sentimientos o estados de ánimo." Ignoro la fuente de la definición, la profesora la escribió en el pizarrón. ¿Interesante definición, no? "...No transmite ideas, ni refleja realidades concretas..." ¿Definición de qué creen que sea? Es de Música -o eso dice mi apunte-. Comparemos con: "Es el arte de bien combinar los sonidos y el tiempo en el espacio" ¿Más común, no?
   No pretendo dar una respuesta absoluta, sólo bien fundamentada -o eso pretendo-. El fin de este escrito tiene una causa, pero bien es interesante por otras cuestiones. El fin del escrito es ese espanto que causa la exclusión. Cuando mencioné que R.A (Radio-Arte) no es música, noté que el señor que me increpó al preguntarme: ¿Pero, por qué no? Fue una duda como de... ¿por qué no incluir una práctica relacionada con sonidos a la práctica por excelencia de sonidos que es la música? No pude dar más razones, y me alegro por eso; me aburre tener que dar explicaciones en muchas ocasiones -a causa de los ídolos de corte baconiano que tiene la gente-, prefiero escribir.
  Pienso que no pertenece R.A a la música por su pretensión abstracta. Por eso quise mencionar aquella definición no común. Entiendo que existe música 'rara', pero -y qué pena que estoy haciendo metafísica u ontología- conserva aquello que la hacer ser música. Mantiene cierta 'melodía' y 'armonía', además de progresión -para no decir secuencia-. En cambio R.A, no necesariamente lleva intrínsecamente una 'melodía', si nos ponemos muy metafísicos podemos decir que sí -pero eso ya sería 'viajar' mucho-. Pienso que R.A es todavía más lejano a la música por su pretensión abstracta, como dije. Puedo contar una historia con el sonido de una vocal, estando desafinado, con cortes y con elementos que tal vez al música no le parezcan armónicos. Tal vez dentro de aquella acción de estar desafinado quise decir algo. Y en ese rasgo de poca objetividad musical que tiene R.A radica su diferencia -o es lo que sostengo- con la música y por tanto no pertenece a la música. Su exclusión no es rebajar la práctica, y aquí hago hincapié en la finalidad del escrito: excluir no necesariamente es algo 'malo' en sí mismo. Al contrario, pienso que R.A. tendrá un carácter que la música no tendrá -y no olviden que también he intentado hacer música, por lo que mi formación es más musical que de radio-arte (por aquella de las pretensiones o favoritismos)-.
  Ya expresé lo que -grosso modo- diría respecto a la pregunta inquieta, no me gusta debrayarme' si puedo ser breve. Economía de palabras. Ahora les cuento el caso de un amigo ingeniero -Hugo Morales C.- que también es músico y le comenté el caso de R.A. vs. M. Le conté que Radio-arte parte de sonidos y lenguaje de radio, en seguida le planteé la pregunta: ¿R.A es M? Y me respondió: "Desde la definición de música supongo que sí"; "sonidos y silencios ordenados, o algo así". Cerré la pregunta con un: Muy bien. Y él, en seguida me dice: "Acabo de escuchar una de esas y (...) me pareció buena la propuesta, no es algo que escucharía como la <música normal> ". Luego de aquel cambio de idea a causa de escuchar productos de R.A., comenzó la discusión. Hugo me dijo un argumento que me parece abrevia lo que líneas arriba expuse -dando mi respuesta-: "Pienso que radioarte pretende ser arte antes que música.". Después, seguimos esbozando algunas ideas. Respecto a nuestras leyes de asociación -humeanas- Hugo mencionó que " (...)debido a su naturaleza sonora {R.A.}, se puede emparentar con lo más familiar que se conozca <la música>". Los corchetes son míos. Pienso que ahí radica esa aventura conclusión de decir que R.A. es música. Algo que me parece prudente mencionar es la categoría de 'música concreta', que Hugo me hizo saber. "Es un género musical que usa sonidos comunes y los graba para después usarlos como si fuera el sonido de un instrumento". No sé de dónde haya sacado la definición. Entonces, dio un ejemplo: "Como el rechinar de una puerta que puede ser usado (...) como un violín", en seguida le pregunté: ¿pero tiene ya planteado el fin de usarlo para 'melodía', no? Y respondió: "Así es, para que tenga cierta estructura musical". No es necesario que explique mi pregunta ni la respuesta de Hugo. También le pregunté a una cómplice del Moira -María Silva-, ella me aportó dudas: ¿qué se entenderá por música? ¿qué hace que algo sea considerado como música? Ya expresé algunas definiciones que pueden responder a la primer pregunta, y también esbocé ideas para responde a la segunda.
   Espero que los fines del escrito se vean y que despierte un interés hacia usted lector para buscar productos de Radio-Arte. La discusión no ha terminado, le pedí a un amigo -también cómplice del Moira, Leonardo Ponce, que es músico- su colaboración con algunas definiciones de música, y tal vez pueda objetar cosas que he dicho respecto a R.A., como de Música. No olvidemos el tema -que se vio difuminado en muchos momentos- principal del escrito, que doy por terminado -por ahora-, que es el de la exclusión como causa de espanto. Ya mencioné que la exclusión no es un 'mal' en sí mismo. Hay que entenderla como un alejamiento para dar lugar a otro tipo de prácticas, que tienen un carácter que otra práctica -a la que algunos buscan que se integre la primera- no tendrá.

M. Téllez.

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