Yo soy alguien más que no encuentra su lugar en el mundo, que siente que algo es sus raíces está torcido. A la vez, creo que todo me lo invento, que he leído demasiado. Porque una cosa es tener recuerdos desgraciados y otra es que realmente hayan sucedido. ¿Es así?
Me pregunto si sabrás ayudarme. Poco importa la técnica que utilices, eso es sólo una escalera hacia lo profundo de mi mente. Lo que importa es lo que encuentres ahí: ¿será algo viscoso, putrefacto o simplemente hallarás el vacío? Tal vez ni siquiera sirve tu escalera y sólo encontremos un muro infranqueable entre lo que soy, lo que creo ser y lo que tú ves en mí.
¿Podrás ayudarme a tirar del hilo que desenredará todo? ¿Serás capaz de llegar al cabo de la madeja por mí y ayudarme a tirar de ella como si fuera un espagueti enorme, tanto que daría diez veces la vuelta al mundo? Espero que sí. Porque la línea que traza lo real y lo irreal es también una mera categoría práctica y estoy aquí, asumiéndolo todo como viviente en mí. También aquí estoy mintiendo, obviamente distingo lo real, no me he tomado una taza de cianuro sólo para comprobar.
A lo que me refiero, aproximadamente, es que estoy dando rodeos circulares, como en torno del sombrero de mago que oculta algo. Presiento que hay algo debajo, un conejo medio vivo que jadea sin cesar. Un montón de piedras o un puñado de palabras feas. Tiendo a pensar que no será así, pero cabe la posibilidad de que debajo del sombrero no haya nada, como ya dije. Quizá yo lo puse deliberadamente ahí sólo porque me gusta dar de vueltas en vez de ir en línea recta. Quizá es más divertido.
No importa. Quiero que me esculques y palpes la consistencia de mi cerebro, que golpetees la carnosidad de mi corazón. Decididamente, ha llegado el momento de quitarle su secreto al mago.
Valencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario