Otro sentir
Ya no quiero sentir sólo por mirar tu piel. Tampoco sólo por tocarte. Mucho menos por las ideas que puedas provocarme por pensarte sólo como un cuerpo o como alguien que me desea y que deseo. No niego la fuerza que tienen esos placeres, que luego parecen uno mismo, en mí; sólo digo que ya no quiero sentir sólo por eso. Quiero pensarte de otra manera. Que no excluye las anteriores maneras. Matizo que no quiero decir que estaré pensando del todo cuando estés ya frente a mí, cuando te esté acariciando, cuando todo mi cuerpo esculpa tu cuerpo y viceversa. Ocurrirá lo que estoy imaginando ya, estará ya en mí. Aquellos tus esbozos de verdades universales estarán ya en mí como parte de algo tuyo, tus virtudes tan duramente practicadas también lo estarán, mis convencimientos racionales causados por ti ahí estarán también. Las mañanas, las tardes y noches en las que dedicabas horas para descubrir razonamientos, que de las cuales no tengo conocimiento pero sí las sé, formarán parte de aquel conjunto. Tus creencias reformadas, tus caminatas por querer alcanzar alguna certeza, esos cansancios que seguro están detrás de las situaciones que ya he mencionado, las ilusiones y las derrotas exteriores e internas, todo esto formará parte de ese conjunto tuyo que estará en mí. Lo anterior te conforma, y eso que te conforma es un capricho que quisiera tener, que quisiera sentir hasta que mi noción y mis condiciones físicas puedan; porque después querré más. Mi capricho se verá resuelto cuando te tenga, cuando nos tengamos, será un "sí", que si bien no se va mi vida en él, sí influye para mi capricho, sí influye para que ahora yo tenga una certeza además de sensaciones maximizadas, certeza de seguridad, de aceptación, de conclusión. Tu conformación y tu noción me aceptan, me esculpirás con todo lo que quieras. Pero hago incapié que me importa ahora la conformación que describí y no tanto -sí tanto, también- el placer resultado de tu cuerpo y tus atributos medianamente observables, medianamente porque los tienes pero también ejerzo influencia para que me influyan. Con cada suspiro tuyo que pueda apreciar, entenderé que mi capricho es realizado, pero no olvides que aunque no lo esté, ya tengo en mente el cómo te pienso.
M. Téllez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario