No ha pasado tanto tiempo como para presumir -y que cualquier mortal lo crea- que todo acabó. De hecho, quién sabe si tal cosa exista en los seres humanos: la muerte de alguien la vamos a seguir teniendo presente, una despedida, un rostro lleno de lágrimas, una sonrisa, una caricia, un beso, un cuerpo desnudo, etc.; todas esas cosas quién sabe si acaben en nuestra mente, seguramente no. Como sea, cada día ha sido teñido de brisas y sabores que aún si se trata de un engaño, puedo afirmar que todo acabó.
Por casualidad -o no, da igual- veo una instantánea tuya. De nuevo tus labios rojos, el supuesto brillo de tus ojos, el largo y misterioso negro de tus cabellos, y tu piel, tan igual como siempre. Pero, todo acabó: el brillo de tus ojos es efecto de la cámara y el sol, por sí solos no reflejan nada; qué pena que jamás pudiste mirar bien en al menos un par de días. Tu piel, tan igual como siempre, que podrá seguir llamando la atención de quienes te vean, pero la pregunta es ¿y quiénes te ven? ¿observan lo que tú quisieras que vean de ti? ¿Te darás por bien servida por unos besos prolongados -aunque falsos-, un ramo de rosas, mensajes -porque ya nadie tiene pluma hoy día- con cuasi intención -porque ya a nadie le importa redactar más o menos bien- y unos 40 minutos de placer sexual? Seguro que sí, y está muy bien: tal vez sólo para eso estás. Tus labios rojos, que simplemente no provocan. Ya no hay armonía, ni siquiera un sesgo de belleza interior que suele reflejarse en algún carácter exterior.
Me alegra ver -no me importa que lo imagine- que te apagas. Sentí placer al notar esas ojeras acompañadas de tu mirada perdida. No es sentimiento de 'ardido', como el vulgo podría llamarlo. Pero tampoco veo necesidad de definir y acotar el sentimiento: ni ellos ni tú entenderían, y qué pereza tener que gastar mis esfuerzos en tarea para legos.
Se trata de un párrafo aburrido lleno de frases de cereal que quise leer, porque el alcohol provoca hambre y en ocasiones uno no rememora lo que comió para saciarse. Yo no recordaré después.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario