viernes, 13 de diciembre de 2013

Breve introducción a la tolerancia.
Hablaré acerca de un concepto que en el ámbito filosófico se defiende como una virtud, la tolerancia. Lo anterior será posible, ya que les contaré cómo L.M. Oliveira -que es Dr. en filosofía- nos habla de esa virtud. Antes de comenzar, dejaré asentado lo siguiente: en los juegos hay reglas. Quizás sea muy capricho mío, aunque no por ser capricho quiere decir que sea algo carente de sentido, para nada. Conforme he tenido oportunidad de departir con otras personas -ajenas a los temas por los que comienzo a tener inclinación, éticos-políticos- he confirmado tal capricho. Pensar que uno no posee la verdad, que uno debe aprender a guardar silencio y escuchar las razones del otro -que posteriormente se pueden discutir, no al grado de ser necios- forman parte del capricho que quisiera pusieran en práctica. Tal es también el sentido de ser tolerante, aunque el significado que ahora se ha atrincherado -usando el término 'atrincherar' de Goodman- de tolerancia, viene a ser solamente "soportar". Dicho lo anterior, pasemos al tema a tratar. Comenzaremos primero por mencionar porqué hablar de tolerancia.
    Hay cosas que todos compartimos -en algún momento- cuando escuchamos la palabra "tolerar", una de éstas, es que pensamos en "soportar", ¿soportar qué? Soportar al otro, por ejemplo. Esto es causa de varias discusiones, nosotros no las vamos a plantear, no porque carezcan de importancia, es más, sabemos de su importancia, sólo que creemos que los hechos de la vida nos dan la respuesta a tantos rodeos, a tanta pérdida de tiempo que suele ocurrir por poner en duda la importancia o el peligro de tolerar. En esto, seguimos ideas de Oliveira, que en su libro "La fragilidad del campamento un ensayo sobre el papel de la tolerancia", nos plantea la poca importancia que se le llega a dar a la tolerancia, nos dice también, que pensar tolerancia como 'soportar', es sólo una acepción básica de tal concepto, y que la cosa no debe terminar ahí. Ahora bien, nosotros creemos que sin tolerancia, no es posible concretar varios de nuestros intereses en donde otras personas se vean involucradas, y no porque tengan que ver con el fin que perseguimos de manera directa, sino de manera indirecta. Me explico, yo puedo estar persiguiendo una meta, digamos, escribir un artículo, pero es el caso que a alguien no le gusta, no comparte lo que yo planteo en mi texto, es más, piensa que es una tontería lo que escribo. Luego, no queda ahí la cosa, nuestra persona que no muestra gusto por tal texto, comienza a agredir mi texto, comienza a agredirme, comienza a querer censurarlo, quiere también, si es posible, se me prohíba escribir. No es un ejemplo sin sentido, la libertad de expresión llegó a ser un privilegio -en algunos lugares lo sigue siendo- lo que queremos remarcar, es que no podemos seguir siendo de ésta manera, como nuestra persona del ejemplo, ¿por qué no? Nuestra manera de ver el mundo no es la única, muchas veces no somos capaces ni de solucionar un problema a causa de la carencia de comunicación con los otros, ¿pretendemos solucionar ahora un problema que implique 'verdades' con el instrumento que no está bien pulido, que es el de hablar y escuchar? Aquí es donde entra en acción la tolerancia, y yo añadiría a la razonabilidad también, pero ésta virtud, la dejaré para otro escrito, que está muy vinculada con este problema. No sólo debo 'soportar' al otro, ¿para qué soportarlo? Para evitar la violencia, porque en donde no hay acuerdo, donde no se escuchan las razones del otro, donde no se deja de ser necio, donde no sabemos guardar silencio para escuchar, estamos abriendo paso a la violencia.
     Nosotros creemos que es posible ir cerrando ese paso que muchas veces abrimos a la violencia, sobre todo, si se trata de escuchar las razones de otros sobre 'x' platica, en donde se hallen creencias que muchas veces defendemos con tanta pasión, deberíamos entender que es mejor salir de una plática dudando de lo que se dijo, que ir con la pretensión de convencer al otro sólo porque sí. Terminaré con este pequeño texto, agregando algo más que parece estar arraigado hoy día en las creencias de muchos. Para esto, saco a colación algo que nos dice Oliveira, y se trata de que la tolerancia no es ser indiferente, como muchos lo creen. Hemos mencionado que la tolerancia juega un papel importante cuando se ponen en ardua discusión muchas de nuestras creencias, al tratarse de esto, no podemos ser indiferentes, se trata de algo que creemos y también de cosas que aceptamos, como nos dice Oliveira. Mantenemos disentimiento, por tanto no se trata de indiferencia. No hay que rechazar ni tener esa especie de temor al discutir algo que creemos, hay que entender de una vez por todas que no somos los únicos aquí, que no todos entienden el bien como yo lo entiendo, quizás parezca un relativismo, pues de acuerdo, admitamos esta especie de relativismo, pero hay que entender también que todas las ideas pueden ser llevadas a discusión, como decía Mill, y hay que dejar claro, como nos dice Aurelio Arteta, que cuando discutimos las opiniones o creencias de una persona, discutimos y criticamos las opiniones o creencias, no a la persona.
   Por último, hay que saber que si pedimos tanto entender, es porque debemos preocuparnos por el bien común, por tanto, aquel relativismo que admitimos, es mero trámite, pues es claro que compartimos ciertas creencias entre todos para evitar el daño, hay que reafirmar tales creencias, además, tal aseveración que hacemos sobre el compartir creencias para evitar el daño, en ocasiones no parece estar muy clara, se llega a romper en muchas ocasiones, hay que hacer que si se rompa, sea en menos momentos.

M. Téllez.

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