-au revoir- |
sábado, 31 de diciembre de 2016
sábado, 24 de diciembre de 2016
viernes, 23 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
Todavía puedo
Tú crees que ya te perdí el rastro, pero se te olvida que soy El Detective, con mayúsculas. O quizá no creas nada y ya no exista para ti. No me importa, yo sé bien que todavía puedo estar contigo.
No veo tanto qué contar, la historia es sencilla para mí: he luchado por ti durante varias adversidades. En cada una de ellas te vas con alguien más. No me importa, yo sé bien que me quieres todavía.
Andaba tranquilo riéndome de los memes en FB: la diversión del hoy, nuestro pan de cada día. Ahora ya no recuerdo bien cómo llegué a un sitio donde se publican informes acerca de alquiler de casas o departamentos. Entonces, vi tu publicación: buscas departamento para dos, cerca de tres colonias, dispuesta a pagar de $4,500 a $5,000 mensuales.
Me acordé de las adversidades y de que siempre te ibas con alguien: parece que la última adversidad ya duró. Te imagino viviendo con alguien que no soy yo, teniendo algún hijo y volviéndote ama de casa.
¿Qué voy a hacer? La historia ya no es tan sencilla para mí: quizá veo todo claro, pero no comprendo del todo que el tiempo sí me afecta y, dentro de lo que cabe, también debería afectar mis pensamientos: no se pueden quedar inmutables como si se tratara de partículas, a las que el tiempo parece no afectar de la misma manera.
Te vuelvo a imaginar viviendo con alguien que no soy yo. Te veo como señora y yo como joven todavía, o si quieres como 'chavo-ruco'. Supongo que esta vez sí importa: comienzo a dudar si aún me quieres, si cabe imaginarme algún escenario sensato donde esté contigo de nuevo. Quizá haya adversidades que se quedan al grado que se requiere alquilar un departamento para mejor comodidad.
M. Téllez.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Cuando entro
Cuando entro a tu perfil de FB o de TT me vuelvo el más cauteloso. Siempre evito que el cursor esté cerca de los botones de 'like' o 'share'. Se dice fácil, pero no.
Voy bajando -o subiendo, según como se mire- tu tl e intento hilar la historia de tu vida. Desenmarañar lo que no dices, encontrar la idea con imágenes, comentarios y emoticones. Me olvido por un momento de ti y sólo estoy en abstracto con las imágenes: las veo todas iguales. Los mismos emoticones. Comienzo a fastidiarme. Pero dejo de olvidarme de ti. Continúa la búsqueda.
¿Qué se supone que quiero encontrar? Quién sabe. Tampoco sé para qué entro a los perfiles. A veces es interesante ver las carnes de las mujeres que se aprecian en sus fotos. Creo que esa pérdida de tiempo se quedó en el Hi5. La vieja escuela, dirían algunos. Es curioso que cuando viajo en metro y, sin querer -siempre he detestado a las personas que van mirando el celular del otro-, la mayoría está viendo sólo las fotos de alguien. ¿Qué hay de maravilloso en fotos genéricas? A veces siento que sólo le falta a esas personas estar con la boca abierta, su baba escurriendo y los ojos medio desorbitados: sería la imagen concreta de lo que creo que son.
Pero yo soy cauteloso cuando entro a tus perfiles. A veces uno encuentra terribles noticias: fotos con tus ex novios. Y alguien supondría que debería frenar la investigación, pero no, uno continúa. Los momentos ridículos los imagino replicándolos con algún matiz distinto contigo. De nuevo vuelve mi duda acerca de las fotos: ¿qué nos hacen?
Alguna vez pasa que aunque se es cauteloso, se sale un 'like' o algo. Son los segundos más graciosos para algunos: hasta dónde hemos llegado.
Ya no quiero hilar nada. Quiero escuchar todo de la voz viva y lerda de las personas.
Sorpresa: parecen desnudos sin sus filtros ni sus hashtags. Adiós, memes y gifs. Las historias ya no saben sin poder etiquetar a alguien. Sorpresa: no saben hablar.
¿Cuánto crees que durará?
M. Téllez.
martes, 20 de diciembre de 2016
Ya sé que...
Sé bien que a ustedes no les agrada ponerse al tanto. Cuando leen a alguien con información distinta de sus creencias piensan: no mames, cabrón, eso ni'cierto. Ya sé que no les puedo exigir más.
Ya sé que ustedes con compartir fotos de sus perros ya conocen el amor hacia los animales: igual comen carne, así que sufren de especismo o algo así. También sé que compartiendo una 'ley' que consideran injusta, ya saben cómo debe ser el Derecho, la legislación, en una sola palabra, cómo debe funcionar el Estado. Pero cuando les ponemos un caso de derechos individuales que va contra sus creencias, ya no saben qué hacer: ya sé que son así.
Ya sé que ustedes no están para pensar. Igual sé que se ofenden si alguien les dice eso. ¿Creen que afecta su rechazo hacia quienes les critican de tal manera?
Ya sé que pueden opinar de lo que sea igual que los perros orinan esquinas, ya lo anuncia el filósofo L.M. Oliveira que ocurre así. Y es una pena cuando no se informan un poquito, cuando no leen algo de verdad más o menos interesante. Pero ustedes se creen especiales, merecedores de becas, de respeto, de que hacen bien las cosas: no tienen juicios críticos: así que no me vengan con mamadas.
Ya sé que no se puede obligar a nadie a ser grande, a ser historia: leyenda. Ya sé que se trata de ustedes.
M. Téllez.
lunes, 19 de diciembre de 2016
domingo, 18 de diciembre de 2016
Y, entonces... ¿Para qué?
Tantas lágrimas y sintiendo tus pensamientos grises para que sigas con él o con ella. Los animales se adaptan, tú lloras.
Entonces, ¿para qué? ¿Para qué quieres saber respuestas si te da miedo caminar solo o sola? ¿Para qué piensas en el carácter o las virtudes si cuando se trata de poner a prueba lo que intuyes terminas bajo tu sábana con los kleenex, el osito de peluche y queriendo que la luz fuera más ligera para tus ojos rojos por llorar?
Personas como tú, que son la mayoría, no están para adaptarse ni para continuar ni para conocer verdades, así sean genéricas o, bien, creencias para tener un modus vivendi que alguna cosa profunda.
Y, entonces... ¿Para qué? Dejen de fingir y confiesen que no se ven solos ni capaces de andar como en alguna ocasión estuvieron: creyendo de nuevo en una figura fantástica que, según ustedes, les llenará lo que sólo son descargas eléctricas en alguna parte de nuestra estructura.
M. Téllez.
Voces expertas
Yo tengo los consejos que necesitas. Sí, sé lo que requiere tu vida, domino todas las contingencias y he calculado en unos minutos cada consecuencia de elecciones posibles, he mirado tu carácter, ya evalué los casos de debilidad de voluntad en tu persona. Fue un tanto complicado entender algunas variables: elecciones donde involucras a quien te suaviza el corazón o a quien dejas que lo esté estrujando. Pero, dado que se trata de ciudadanos promedio, no hay tanta dificultad.
¿Mis licencias? ¿Qué podré decirte yo? Fui educada en el seno de una familia común, sin gustos controvertidos y guiados por la televisión y los diarios; también por lo que se dice en la fila de las tortillas y en la panadería.
No he tenido tantos encuentros sexuales, podría decir que no he tenido. No es que sea miedosa... no es eso. Lo que pasa es que no he visto al hombre perfecto, al ideal. Tampoco me he emborrachado, pero sí me gusta criticar a quienes lo hacen, ¿qué clase de personas eres si tomas así? ¿Cómo así? Así de feo, se ponen locos y locas. Qué horror.
Me gusta ser amargada pero hacer cosas graciosas, obvio graciosas para mí. Tú a mí no me importas. Ni tienes porqué importarme. Todavía no entiendo porqué no hay hombre que me ame.
¿Cambiar? ¿Qué te pasa? Yo siempre doy lo mejor de mí: cambio mi voz cuando necesito hacer trámites, así sea pagar en la tienda. También sé sonreír a los que me caen gordos, eso siempre hay que saber hacerlo y dominarlo.
Yo tengo la voz experta porque soy yo. No me cuestiono porque no es necesario. Me gusta hacer caras en lugar de hablar, pero a ti te digo que hables con quienes tengas problemas. El gurú no necesita ser experto, más bien se trata de tener ojo clínico: y yo lo tengo.
¿Mis licencias? Confórmate con saber que nadie se acerca a mí: es como un sello distintivo de 'restringido'. No me interesan las razones del sello.
M. Téllez.
viernes, 16 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
martes, 13 de diciembre de 2016
-Querido diciembre.
Ultimamente no pareces tú,
lamento decir esto, pero
que le voy hacer diciembre,
te extraño.
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domingo, 11 de diciembre de 2016
Quiero emborracharme
Hoy quiero emborracharme hasta perder la noción de las experiencias. Sé perfectamente que mi vejez me indica que el tiempo ha pasado, pero me volví a romper. Palabras que unidas significaron mis pensamientos rotos, mi corazón palpitando rápido: hasta me sudan las manos mientras escribo. Me dan ganas de gritar, de patear algo o a alguien: pero sé que sólo quiero emborracharme, como hace mucho que no lo hago: consciente de cada trago, consciente de mi aliento, consciente de mi propia vergüenza, consciente de que sentir jamás me ha gustado desde que comencé a razonar de manera más o menos interesante.
"Placer"; "Hasta hoy": yo sé que pensaste en mí. Di pena. Tal vez la doy.
Ha sobrado ginebra y la bebo así: beso en la boca de la botella, como antes, como cuando una semana me estuve refrescando y calentando con el licor. Diciembre siempre ha sido para saberme más mortal que nunca, para saber que, como dice el filósofo mexicano Oliveira: hay sentimientos que son como vértebras.
Mi lectura sobre el sabernos seres morales por cuestiones básicamente biológicas y mi duda de cada año respecto si el Estado debe asistir a las personas religiosas en sus cosas se desvanecieron, y yo, yo vuelvo a besar la botella de ginebra.
Siento experiencias perdidas de juventud. ¿Y cómo sé que hace un rato no desperdicio? ¿Cómo sé que ahora mismo no lo hago? Pinche ciencia: eres tan exacta -es un decir, el principio de Heinsenberg nos deja claro que no es así-, muestras explicaciones pero nunca podrás con el sentido de la vida ni con asuntos morales. Eso es para la filosofía, y la pelea contra los continentales para que nunca les hagan caso, siempre voy a querer tener: algo tan placentero como rebatir argumentos no debe ignorarse sólo porque los que dicen cosas raras son más famosos que nosotros.
Dame otro beso, ginebra. No me besa, pero eso no es problema: a diferencia de este dolor, ella no ha presumido de mi estupidez durante años: y puedo tomar de ella.
Yo sé que te herirán, mañana le rezaré a la Virgen de Guadalupe para que eso pase. Total, si le hace caso a los drogadictos, delincuentes, ¿cómo no podrá hacerle caso a un borracho?
Queda poca ginebra. Mi estómago se queja, pero no voy a vacilar. Es la historia de este tipo de soldados: las heridas de guerra andan por ahí, pero nunca podemos abandonar una batalla.
Puta. Putas tú y la virgen de Guadalupe: realmente me causan algo extraño los creyentes: esa cosa jamás existió, es muy fácil teñir más oscura la piel de alguien sagrado para ganarte a la gente.
Me he quedado sin armamento en tanto que palabras. La ginebra me dio su último beso. Subo el volumen de la música porque los cohetes de los religiosos me parecen insoportables.
Parece que en la ocasión en la cual me permito abrir lo que aún queda en el corazón se me ignora de una manera bonita, se me ignora según lo que yo creo que es ignorar. Sé bien que nadie nunca te va a satisfacer, o al menos eso llego a creer de mí. Y cuando lo creo, no me creen.
Continúa presumiendo: porque mañana voy a rezar. Es mentira, pero sé el curso de las cosas, y muchas vidas siempre me han resultado predecibles: tú no eres excepción.
M. Téllez.
sábado, 10 de diciembre de 2016
Cuando sea...
Veo distintas problemáticas: a nivel local -pueblo, delegación-, a nivel de Universidad -Campus CU-, nivel CDMX y, claro, nacional: país de México. Sin embargo, les vengo a contar que tengo las soluciones y, que quede asentado, no soy un salvador como algunos políticos creen serlo, mis soluciones tienen impacto por el equipo que trabaja conmigo: ingenieros, abogados, deportistas, pedagogas, trabajadores sociales, historiadores, filósofos, químicos, etc. No se trata de ser esperanza o de ser cambio -eso es una frase de cereal tan ridícula como cuando en el ámbito de noviazgos te dicen 'soy distinto, no te romperé el corazón'-, sino de ser lo que hemos tenido que ser desde hace años.
Cuando sea delegado -o alcalde, tal vez-, regularé los mototaxis: que no me vengan a lloriquear con que no se puede. Habrá incentivos adecuados -los parámetros ya serán conocidos en su momento- para que los estudiantes -desde primaria hasta media superior- fomenten su formación académica, así como una supervisión -de verdad, no de chocolate como ocurre- correcta en todas las escuelas de esta delegación -por ello cuento con un equipo capacitado y preparado-. Existirán torneos deportivos para distintas edades: no puede ser posible que el deporte sea cuasi particular en lugar de público. De igual manera, habrá asistencia en ámbitos jurídicos y políticos: tampoco es posible que en esto que ustedes conocen como 'democracia' no sepan argumentar ni leyes básicas para su defensa.
Lo anterior son algunas de las cosas que me parecen más interesantes, cosas como: alumbrado, cámaras de vigilancia, pavimentado, cuidado de parques, etc. Pienso que es lo más básico que debe hacerse en pocos meses: quien no lo haya hecho, no sé cómo justificaría su incompetencia.
Cuando sea rector de la UNAM, voy a implantar el servicio social como conductor de Pumabús: así ya no habrá quejas de que tarda el servicio: para ello habrá Pumabuses disponibles para quienes brinden el servicio de ruletear. De igual manera, habrá una lona gigante para que los estudiantes no sufran tanto de las inclemencias del calor -esto igual lo aplicaré cuando sea gobernador de la CDMX-. Se va a recuperar el Auditorio Justo Sierra: la forma... ustedes deberán quedar satisfechos en saber en que ya no existirán quienes ocupen espacios Universitarios. Las asignaturas de 'filosofía' impartidas en otras facultades que no sean de humanidades serán supervisados por expertos e la materia: es ridículo que existan esas asignaturas y no tengan nada de filosófico.
Lo anterior es poquísimo de lo que hay que hacer.
Englobaré cosas tanto de la CDMX como del país que se harán cuando sea gobernador y luego presidente.
Primero, propondré que se regule el número de hijos en cada familia: ya somos demasiados. Tendré debates políticos con cada gobernador del estado: no puede ser que alguien ocupe el cargo que ocupe si no puede enfrentarse en un diálogo con el presidente. Si un payaso, cantante, futbolista -tipo C. Blanco- o alguien tipo Carmen Salinas llegase a ocupar un cargo político, será de los primeros en recibir el escrutinio de mis expertos y el mío: algo tan delicado e importante como la política no puede estar en manos de gente no capacitada, además, me declaro firme creyente de la discriminación justa, y posteriormente señalaré mis razones -bajo una teoría sencilla del escrutinio político- para ir de inmediato tras estos personajes. Todo esto será público -el escrutinio, debates, etc.-, Las pruebas obtenidas serán conocidas por todo el público y posteriormente el famoso pueblo tendrá -eso se espera- buenas razones para decidir si tal personaje merece justificadamente estar en su cargo o no.
Si alguna televisora emite juicios políticos -o algún cine (tipo Cinemex)- o algún cantante -tipo Aleks Syntek-, tendrá que exponer buenas razones de su apoyo, en caso contrario, llevará la sanción pública de fundamentalista y, por tanto, su 'imagen' será desacreditada. De lo anterior se deduce, en efecto, que para cualquier efecto político interesante, se debe tener en mano una postura ético-política en la que se fundamentan las creencias: jugar a que se es de un bando y se defienden ideas contrarias -pienso en el asunto 'izquierda' y 'derecha' (que en México evidentemente no existe)- es eso, un juego, y como dijimos antes: esto es serio.
Se seguirá el principio de diferencia de corte rawlsiano: por lo que los ricos no serán tan ricos. Los jóvenes de 16 años no podrán votar, la edad de ciudadano seguirá vigente: en los 18 años se es ciudadano y se obtendrán las obligaciones y deberes jurídicas correspondientes. Serán públicos los principios básicos de economía, y quien aún crea en estándares económicos como el PIB o cosas semejantes -en asuntos de políticas públicas- será desacreditado: todos deberán saber que el trabajo interesante será en cómo distribuir la riqueza. Asuntos como la marihuana tendrán nuestra aprobación, claro que esto será regulado. En el caso de drogas más fuertes, se tendrán discusiones. Lo mismo vale para cosas como aborto, eutanasia y, primeramente Dios, para mejoras genéticas.
Lo anterior, de igual manera, es lo poquísimo que se hará.
M. Téllez.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
Constelación
Por varios segundos quedé atrapado en una laguna mental mientras miraba algunas estrellas revueltas en el cielo oscuro. Sí pensé en la oscuridad, en lo terrible que es ser un ser humano y la incapacidad que tenemos para conocer lo que existe. Aunque quedé atrapado por las estrellas: cristales pequeñitos que brillan misteriosamente, y que conforman conjuntos de cosas todavía más misteriosas.
Eres una constelación- aventuré. La admiración a la constelación es por su estructura: las estrellas pertenecen al conjunto y hacen que la constelación sea lo que es, y produce, pues, tal admiración. En tu caso, cada actitud, palabra, mirada, idea y sonrisa hace de ti lo que eres: y entonces, pues, también produces que te admire.
M. Téllez.
Tan extasiado
A pesar de que soy menor de edad, conseguí alcohol dentro de la fiesta. Esto es fácil. Y ahora sólo bebo, como veo que todos lo hacen: sólo es tomar.
Me gusta el ambiente con mis amigos, son la onda. Quiero seguir tomando, que vean los demás que aguanto. También me acuerdo que estás conmigo: mi nena.
Me besas, yo sigo tomando. Sujetas mi mano, pero yo me río de los chistes de mis cuates. Me susurras algo al oído, pero en ese segundo le presté atención a la canción del sonido. Sólo te sonrío con mi trago en mano, te doy un beso para controlar la situación.
Ya no sé si es el alcohol o qué ocurre: jamás me pasa por la mente que soy imbécil, que soy joven, que no estoy ni sé todavía del ritual de beber. Es probable que termine como el 90% de consumidores de alcohol: tirado, dormido, vomitado, sin haber tenido alguna revelación o algún orgasmo que crea intelectual por mi mareo.
Pero no me importa: me gustó y lo volveré a hacer.
M. Téllez.
Quinceañera
Jamás he comprendido porqué las mujeres festejan sus quince años. Tampoco veo clara la idea de festejar un cumpleaños, pero por ahora quedémonos sólo pensando en los quince años: fiestas a las que, seguramente, todos hemos asistido alguna vez.
Ya estoy borracho con el licor que pusieron en mi mesa. Me siento bien, aunque la comida no fue muy buena, quedé satisfecho, y he podido beber sin dificultades: a veces ocurre que la comida te pone límites, es terrible.
Bailo las cumbias que suenan, también el merengue: alguna vez sentí 'pena', pero realmente nadie te mira, y si lo hace, no es importante. Veo muchas piernas: las mujeres siempre usarán faldas aunque el frío se presente violento. Fui por un trago al bar improvisado, pues la botella de mi mesa se ha terminado. El mesero me sirve el trago, doy un sorbo mientras en el pensamiento maldigo al mesero: pinche cabrón, el alcohol es para consumirlo, si quería sólo refresco, lo hubiera dicho. Decido terminarme mi trago de un golpe: otra, por favor.
Comento con mi padre que debo ir al baño. Te acompaño- me dice.
-¿De qué se trata todo esto?- le pregunto.
- Es una fiesta- responde.
-¿Y siempre será así?- cuestiono.
-Yo no sé, hijo- finaliza.
La plática reveladora en los mingitorios. Iré por otro trago.
Observo a todas las mujeres: sonriendo, saltando en el baile, con sus faldas y sus escotes, riéndose de lo más ínfimo. Tal vez debería hacerme el atrevido e improvisar esos pasos que sólo yo conozco. Sin embargo, miro mi copa y sé que ahora no. Prefiero tomar nota de lo que veo. Prefiero hacer la mueca del sorbo final del trago.
Ya vámonos.M. Téllez.
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