Por varios segundos quedé atrapado en una laguna mental mientras miraba algunas estrellas revueltas en el cielo oscuro. Sí pensé en la oscuridad, en lo terrible que es ser un ser humano y la incapacidad que tenemos para conocer lo que existe. Aunque quedé atrapado por las estrellas: cristales pequeñitos que brillan misteriosamente, y que conforman conjuntos de cosas todavía más misteriosas.
Eres una constelación- aventuré. La admiración a la constelación es por su estructura: las estrellas pertenecen al conjunto y hacen que la constelación sea lo que es, y produce, pues, tal admiración. En tu caso, cada actitud, palabra, mirada, idea y sonrisa hace de ti lo que eres: y entonces, pues, también produces que te admire.
M. Téllez.
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