domingo, 16 de febrero de 2014

Homo Aequalis

Dumont, Louis, “Homo aequalis”, Madrid: Taurus, 13 – 42 pp.

En su trabajo, Dumont básicamente propone explicar la sociedad en que vivimos (la individualista/igualitaria) mediante un contraste con las sociedades antiguas (holistas/jerárquicas). Es en la primera, en la cual el valor principal es el individuo, que cada hombre es una encarnación de toda la humanidad por lo tanto libre e igual a cualquier otro individuo; mientras que en la segunda el principal valor es el orden y la jerarquía, la sociedad es vista como un todo, de manera que resulta lo más importante, el autor la denomina como “holista”. Ahora bien el holismo implica la jerarquía establecida en la sociedad y frecuentemente deja de tomar en cuenta las necesidades de sus integrantes; por el otro lado la sociedad individualista implica la igualdad de sus miembros pero descuida las necesidades de la sociedad en conjunto. No obstante vemos que ni todas las sociedades holistas respetan su jerarquía en el mismo grado, ni toda sociedad individualista respeta la igualdad de sus miembros.

El texto resalta la importancia que tuvo el dominio cristiano sobre las sociedades europeas y que sirve para explicar cómo es que las sociedades holistas empezaron a desaparecer, pues es el cristianismo la primera religión en occidente que confiere un valor y una dignidad total a cada individuo, es decir que ante los ojos del Dios  cristiano todos los individuos son iguales fuesen reyes o esclavos.  El cristianismo, con ayuda del derecho da origen a una nueva categoría que es la de lo político (recordando que el concepto de lo político se basa en la relación amigo-enemigo). Lo más importante que tenían en común los pueblos europeos en el medioevo  era precisamente la religión, no obstante la figura del Estado se ve amalgamada con la figura de la iglesia. Es a partir del momento en que la jerarquía comienza a desaparecer que la relación entre individuos y autoridad se ve explicada como “Poder” lo que da lugar a un reordenamiento de la sociedad, así como la religión da pie a la creación de lo político, lo político a su vez dará pie a lo económico y a nuevos reordenamientos en la sociedad, sin embargo ninguno de estos cambios serían posibles sin la ideología provista por el cristianismo, es decir la del individualismo.


La visión ideológica del individuo como el valor supremo en la sociedad (provista por el cristianismo) está muy vigente y ha seguido aportando nuevos reordenamientos en la sociedad basados en ella, tanto es así que la creación de los derechos humanos es una consecuencia latente y derivada directamente de esta ideología.

M.J.R.M.

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