Dumont, Louis, “Homo aequalis”, Madrid: Taurus, 13 – 42
pp.
En su trabajo, Dumont básicamente propone
explicar la sociedad en que vivimos (la individualista/igualitaria) mediante un
contraste con las sociedades antiguas (holistas/jerárquicas). Es en la primera,
en la cual el valor principal es el individuo, que cada hombre es una
encarnación de toda la humanidad por lo tanto libre e igual a cualquier otro
individuo; mientras que en la segunda el principal valor es el orden y la
jerarquía, la sociedad es vista como un todo, de manera que resulta lo más
importante, el autor la denomina como “holista”. Ahora bien el holismo implica
la jerarquía establecida en la sociedad y frecuentemente deja de tomar en
cuenta las necesidades de sus integrantes; por el otro lado la sociedad
individualista implica la igualdad de sus miembros pero descuida las
necesidades de la sociedad en conjunto. No obstante vemos que ni todas las
sociedades holistas respetan su jerarquía en el mismo grado, ni toda sociedad
individualista respeta la igualdad de sus miembros.
El texto resalta la importancia
que tuvo el dominio cristiano sobre las sociedades europeas y que sirve para
explicar cómo es que las sociedades holistas empezaron a desaparecer, pues es
el cristianismo la primera religión en occidente que confiere un valor y una
dignidad total a cada individuo, es decir que ante los ojos del Dios cristiano todos los individuos son iguales
fuesen reyes o esclavos. El
cristianismo, con ayuda del derecho da origen a una nueva categoría que es la
de lo político (recordando que el concepto de lo político se basa en la
relación amigo-enemigo). Lo más importante que tenían en común los pueblos
europeos en el medioevo era precisamente
la religión, no obstante la figura del Estado se ve amalgamada con la figura de
la iglesia. Es a partir del momento en que la jerarquía comienza a desaparecer
que la relación entre individuos y autoridad se ve explicada como “Poder” lo
que da lugar a un reordenamiento de la sociedad, así como la religión da pie a
la creación de lo político, lo político a su vez dará pie a lo económico y a
nuevos reordenamientos en la sociedad, sin embargo ninguno de estos cambios serían
posibles sin la ideología provista por el cristianismo, es decir la del
individualismo.
La visión ideológica del
individuo como el valor supremo en la sociedad (provista por el cristianismo)
está muy vigente y ha seguido aportando nuevos reordenamientos en la sociedad
basados en ella, tanto es así que la creación de los derechos humanos es una
consecuencia latente y derivada directamente de esta ideología.
M.J.R.M.
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