sábado, 22 de febrero de 2014

"La comprensión del sujeto humano en la cultura antigua"

Mondolfo, Rodolfo, La comprensión del sujeto humano en la cultura antigua, Buenos Aires, Eudeba, 1968.

La tesis principal del texto es que los griegos son un punto de mediación entre la falta de conciencia personal del hombre y la subjetividad infinita como certeza pura de sí mismo. Los griegos habían afirmado el dominio del espíritu en relación con la naturaleza, es decir, ya no es la naturaleza la que responde al hombre sino que es el hombre el que se cuestiona y se responde a sí mismo (es a esta luz es que surge la filosofía en Grecia). No obstante el espíritu griego se desprende directamente de la naturaleza por lo que no es un espíritu absoluto, libre y que descansa en sí mismo a la manera de Hegel, sino que aún está adherido a lo natural, es por eso que se expresa de manera objetiva. Pero lo humano contemplado en la Grecia antigua no es la interioridad subjetiva, sino la exterioridad objetiva del devenir social, la conciencia valorativa que cada uno tiene de sí mismo, de sus obras, se basa en la honra que recibe de los demás. El conocimiento de lo humano, empieza como conocimiento objetivo exterior, pero implica necesariamente una subjetividad en acción, de la cual el sujeto griego tiene una conciencia instintiva y oscura. El hueco que queda en el desarrollo del espíritu griego, es decir, la inconciencia de la subjetividad que ya se filtraba en la construcción de algunos de sus conceptos (como lo hace evidente el autor cuando habla de los últimos poetas jónicos como Eurípides) viene a ser llenado por el cristianismo, donde el espíritu ya no se halla adherido a lo natural; sino más bien, presente y actual.
  Los griegos se dan cuenta con Platón de que lo más verdadero, lo universal, es la idea, pero esto lo conciben de la misma manera que a la naturaleza, como el objeto, como  lo otro, pero no como “el espíritu”, no como “EL” hombre. Más tarde con Aristóteles alcanzan el concepto de un pensamiento que se piensa a sí mismo, pero no se trata del pensamiento del hombre, éste aún pertenece al terreno de lo natural. Éste es el objetivismo antiguo contra el cual se levanta la modernidad con su lenta y gradual conquista del subjetivismo, del pensamiento, de la verdad y fundadora del humanismo puro.
   El pensamiento griego consideraba al hombre como individuo y especie, con todas sus acciones y pasiones, como un mero producto transitorio del proceso natural cíclico en el cual nace y muere constantemente. Por otro lado el cristianismo viene a romper con la idea del tiempo como algo cíclico y lo concibe de manera lineal y que tiende al infinito. El cristianismo en lugar de elevar al hombre hasta Dios, hace al propio Dios carne y lo hace bajar hasta el hombre, provocando que éste ya no sea espectador sino protagonista, es decir el cristianismo trae consigo el antropocentrismo.

   El cristianismo, ha sido un parte aguas para la noción de individuo, ha cambiado la manera en que los individuos se relacionan y la mentalidad de los mismos, independientemente de que los individuos sean o no cristianos, al menos en el mundo occidental los individuos no pueden evitar pensar en términos cristianos, los conceptos como “la libertad” y “la igualdad entre los hombres” difícilmente pueden evadir al cristianismo, y siguen tan vigentes que se siguen fundando democracias bajo estos dos conceptos.

M .J.R.M.

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