viernes, 7 de febrero de 2014

Núcleos sociales

Núcleos sociales

Si suponemos que conocer nueva gente es conocer nuevas redes sociales, entonces, cada persona es un pequeño núcleo social, el cual se extiende mediante interacciones personales para formar una cadena. Esto me lleva a pensar en mi desempeño social hasta ahora: Estoy a punto de cumplir veinte años y los últimos años —prácticamente desde que cumplí diecisiete—, me percaté de lo necesaria que es esta interacción con los otros —y no lo digo con afán de hacer una apología de la Otredad, ya que este discurso no me convence—. Todos nacimos dentro de la sociedad, esto es un hecho, es decir que a ninguno de nosotros se nos preguntó si queríamos o no formar parte de ella. Crecimos y conocimos un lenguaje usado por los miembros de esa comunidad, conocimos costumbres y tradiciones, formas de actuar para ser aceptado y hasta nos alimentamos de cierta forma.
Somos cada uno como una neurona que se conecta con muchas otras para lograr un adecuado funcionamiento de la polis o ciudad. Entonces, si la persona al estar activa socialmente —es obvio que tiene que tener vida necesariamente—influye en las decisiones de la ciudad, supongo que al haber estado activa algún tiempo y luego, de un día a otro dejar de estarlo, también influirá.
Así, al morir una persona, morirá necesariamente estas redes que se extendían desde ella hacia el exterior y las que venían del exterior hacia ella. Es probable que no influya tan fuertemente como lo hacía mientras estaba activo pero lo hará al estar ausente en muchos de los proyectos previstos antes de la ausencia.
La polis se torna entonces como un ente que adquiere vida a través de sus habitantes, los cuales colaboran. Al fallecer algunos de ellos, sus relaciones no desaparecen por completo, ya que se sigue recordando a aquel con el que se emprendería un viaje o un negocio. Esto no acarrea la muerte de la polis, sin embargo, parece estar siempre agonizante —pero no en el me refiero a que sea un estado previo a la muerte, sino a una lucha constante al nacer periódicamente nuevas redes también (quinta definición dada a agonía según la RAE: http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=USh15z4QwDXX2CAwhQUd)—.

Lo cierto, es que los que aún seguimos siendo partículas sociales, no dejamos de añorar a los que no están, tampoco nos dejamos de preguntar qué habría ocurrido si siguieran colaborando con la polis.

Ixchelt Hernández

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