viernes, 7 de febrero de 2014

Sentir y no dudar


Sentir y no dudar.
 
Hace unos días -el miércoles para ser precisos- fui a Morelia. La causa de mi viaje: quede en visitar a una chica que hace muchos años no veía. Quisiera ser un tanto detallista en ésta ocasión. Aunque claro que no contaré todo, eso requiere más tiempo.
   No es una chica cualquiera, tenemos una historia. Una historia que no solamente ella y yo vivimos, algunos amigos míos también estuvieron ahí -vivieron la historia indirectamente, podemos decir-. Pero de eso no hablaré. A ésta chica la conocí en el año 2008. Rememoro que nuestra amistad comenzó a concretarse por los meses de Julio y Agosto. No nos veíamos muy seguido. Prácticamente no nos veíamos -tampoco hablaré de los motivos por los que no podíamos tener citar como cualquier pareja podría-. A pesar de nuestra poca continuidad para salir, y por tanto vernos, platicábamos mucho y llevamos una relación bastante larga tomando en cuenta los factores a los que estábamos expuestos, como el no vernos, claro. La última vez que la vi, si no me equivoco, fue en el 2010. Después de eso, se acabó aquél noviazgo. Seguíamos hablando de vez en cuando, aunque hubo un tiempo en que yo dejé de escribirle. Total, para no hacer largo el drama que de hecho no tendrían porqué saberlo, hace no mucho le comencé a escribir nuevamente. Ella ha sido especial desde que la conocí. Y desde aquí, comenzaría a tener problemas si sigo la línea de discurso que en ocasiones trato de seguir, ¿cómo que -especial-? Por eso éste breve escrito lo titulé 'Sentir y no dudar'. Porque con casos similares he estado lidiando en éstos días. Ha sido el debate continuo que tengo con algunos amigos que les he contado ésta historia, y es el debate que tengo conmigo. Todavía no se ve muy claro cuál es ese debate, espero que en seguida se vea.
   No sabía si era adecuado ir a verla o no. Siendo estrictos, ¿por qué alguien viajaría 4hrs sólo por ver a alguien? El ir implica varias cosas aparte de tiempo, como dinero, disposición, voluntad. Y una causa - o motivo- muy fuerte. No entendía exactamente, tampoco, porqué pensaba mucho en ese viaje, y en ella. En mí ya no es común lloriquear por sentir algo a causa de otra persona. Mis escritos anteriores lo dejan claro, pienso en otras cosas. Pero ésta situación le ha dado un giro tremendo a lo que pienso. Le conté a algunos amigos sobre ésta situación, y prácticamente todos me decían que éste tipo de cosas no se deben analizar ni andarlas dudando tanto ni buscándoles una solución, me decían -lo que yo denominaría una frase de cereal- "Disfruta el momento". La denominaría así porque no me parece que tenga sentido eso. Una cosa es disfrutar el momento y otra ignorar todo lo que hay detrás de ese momento, y eso en ocasiones me importa. En fin, creo que ahora ya se ve más claro el porqué del título. No profundizaré más en esto, no hay porqué hacerlo.
   Realmente no sé sobre lo que denominan 'amor'. A veces creo que no tiene sentido moverse o actuar por eso. Mucho menos ilusionarse por cosas así. El punto es que yo viajé por una mujer especial para mí. El viaje duró prácticamente 6 hrs, y no me importó. Ni me importa. El caso es que últimamente he estado ilusionándome por ella. Dice una canción española "Voy buscándote en mis planes", he estado hilando mis acciones con dirección a ella. Sigo de necio queriendo intentar explicarme varias cosas, pero no lo he conseguido. A la conclusión que llego es que no quiero admitir que siento -amor- por ella. Porque ni siquiera sé qué sea eso. Y yo no quisiera mentirle. De lo que sí estoy seguro, es que quiero volver a verla. He pensado más en ella que en mi famoso gusto por la Filosofía Política/Ética. Me he olvidado hasta de que defiendo el ser razonable. Pienso más en aquello que sentí cuando la tuve cerca de mí. Es cierto que la extraño. Y no sé porqué siento tanto. No lo logro entender.
   Quizás lleven razón quienes me han dicho que deje de cuestionarme todo ese tipo de cosas. Y a pesar de que ignore muchas cuestiones, como las que acabo de mencionar, en éstos días me parece llegar a la conclusión de que en efecto podría intentar dejar de vacilar y admitir lo que en un principio dije no quería admitir.

M. Téllez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario