lunes, 12 de enero de 2015

¿Cómo nos verán?

¿Cómo nos verán?

Hace unas semanas tuve una plática con un gran amigo. Lo conozco desde secundaria, ya hace varios años. Tocamos diversos temas, cosas como la familia, lo que uno espera de sí, lo que uno quisiera en tanto que circunstancias para algún fin. Cosas así. Por tocar uno de esos temas, señaló que lee -de vez en cuando, o tal vez siempre- nuestras publicaciones aquí en FB o bien en nuestro blog. Le respondí que hace tiempo -cuando aún no me decidía en consultar con mis cómplices si abríamos página de FB- ya me había contado eso, y que mi inquietud era por qué no nos comentaba algo, ya que en diversas ocasiones cuestiona muchas cosas que digo -lo cual siempre me parece agradable, ya que uno requiere de vez en cuando que alguien nos haga dudar-. Me respondió que en diversos momentos desconoce algunos términos que uso -o que usamos aquí- y que no se siente -usaré la expresión- 'verguero' para andarnos criticando o preguntando. Su respuesta es sincera, ojalá muchos que critican sin razones entendieran algo así. Pero, incluso necesitamos al irrazonable. Luego de escuchar su respuesta, le objeté que si escribimos aquí -o al menos esa es mi postura- es para hacer públicas varias cosas que pensamos y por tanto, abrimos la puerta a la crítica, sea alguien que sepa de filosofía moral o política -que son las áreas que me gustan, aunque por ahora no he subido textos con esas temáticas, sólo están en el blog algunos- o sepa de poesía o qué sé yo, intentamos mostrar argumentos -tal vez ocultos entre tanto rodeo- que pueden ser criticados por 'conocedores' -digamos- o no 'conocedores'. Soy de las personas que entienden 'respeto' como algo distinto al dogma. Respetar ideas -ya lo dice un profesor de la FFyL, Muñoz Oliveira- es saber que se pueden discutir de manera razonable. Es absurdo -y da tristeza- que la gente diga "respeto tus ideas y tú respeta las mías". Ese tipo de palabras pertenece al conjunto de proposiciones que un partidario del relativismo cultural diría -me tomaré el tiempo de subir un texto hablando de este tema-. Pero, regresando a la respuesta de este gran amigo, después pensé: ¿y cómo nos verán las demás personas que en ocasiones nos regalan un like o hasta comparten nuestras publicaciones? ¿Por qué no nos comentan algo? ¿Tendrán el mismo sentimiento que mi amigo? ¿Estarán de acuerdo con todo lo que decimos, así sean lloriqueos nada más? No sé cuál sea la respuesta y no quisiera que a raíz de esto surgiera una especie de confesionario. Las preguntas quedan. Es cierto que aquí en FB no hemos publicado tanto como en el blog -en donde hay uno que otro comentario-, a pesar de ello, me sorprende en ocasiones el silencio de la gente. Tal vez somos afortunados al no recibir las ya famosas tormentas de arena que ocurren en FB. O tal vez no lo somos. Ojalá varios de nuestros lectores se animen de vez en cuando en objetarnos cosas o hacernas preguntas -relacionadas con lo que escribimos-. Creo -ojalá no me equivoque- que mis cómplices comparten conmigo la postura de no querer tener la razón. Y si es así, usted, lector, nos haría un gran favor en demostrar que esa creencia está errada. Claro, nosotros también podemos demostrar que no tiene razón. O tal vez no. ¿Qué importa? La vida no se va en tener razón, qué jodidos -aún más- seríamos.

M. Téllez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario