lunes, 12 de enero de 2015

Quedas atrás.

Quedas atrás.

Estás quedando atrás. ¿Cómo es que lo sé? Porque ya no te distingo.
 Me sorprende la cantidad de pensamientos que se han ido respecto a ti. Hace tiempo buscaba -como dice una canción- 'no pensar más de un segundo en ti'. Hoy día es distinto. Muy distinto. No diré cómo es -en contenido-.
  Sé que estás quedando atrás y eso no sé cómo me pone. A decir verdad, nunca tuve deseos por ti. Tal vez de joven, de chivato, a esa edad es común tener deseos -aunque no para mí-. Hoy día es distinto. Demasiado distinto. Los deseos me aburren. A menos que se trate del deseo de tener una buena bebida, tal vez ginebra o algún otro licor de hierbas. Tal vez absenta.
  Me resulta sencillo conocer a la gente -y estoy seguro que todos podríamos conocernos-, somos predecibles. A ti no te pude conocer. Seguro que hay más de cinco hechos que marcaron tu vida. Digo cinco al azar, porque dudo que sean infinitos hechos; seguro se pueden contar, pero yo no quiero contar.
  Las personas se aferran a otras personas. En mi caso, quisiera que las personas se alejaran. Que se vayan. Y ahora que te veo lejos, no sé qué se debe hacer, ¿me debo poner triste? ¿debo alegrarme porque consigo lo que otros no? ¿debo lloriquear? ¿debo alegrarme porque hoy no lloriqueo como los demás? No sé, y por eso me cuestiono, sólo me quedo quieto.
  Tal vez quien lea esto se desconcierte. Tal vez no. O a caso pensará que es una broma o algo que yo quiero que fuese así. No es ni broma ni es algo que quiero, me pasa. A mí no me enseñaron a tenerle aprecio a los demás. Decía 'gracias' y me preguntaban: ¿por qué gracias? Dudaba unos segundos y luego respondía: así dicen los demás. Tú no eres los demás - me objetaban. Hay una diferencia entre decir algo y que esas palabras intrínsecamente tengan un sentimiento, me decían. Borra el sentimiento- me ordenaban. ¿Y cómo es eso? ¿Cómo sabe lo que siento cuando digo y que siento cuando digo? Se nota - me respondían. Les creía. Así anduve, sin tener problemas. Y cuando llegaba a sentir aprecio, recordaba aquella llamada de atención, cambiaba de actitud, alguna ficción me inventaba para no violar ese principio que me enseñaron.
  Tú que te confundes, seguro eres como los demás, como a quienes yo escuchaba de niño. ¿Qué se siente estar atado? ¿Es 'bueno' o es 'malo'? También me enseñaron que los demás dicen: 'tiene su ventaja y desventaja, como todo'. ¿En serio dices eso? ¿Por qué? ¿Por qué las desventajas no son ventajas? ¿Sólo porque ya no serían desventajas? ¿Quieres la vida fácil? ¿Qué se siente?
 Me sigue sorprendiendo la cantidad de pensamientos que se van. Alguna vez alguien me increpó: eres como una máquina rara, almacenas memorias pero las vas perdiendo. No son importantes - respondía. ¿Qué es importante? me preguntaban. Les invitaba un refresco o algo. Por qué me preguntan cosas así, seguro no se han visto al espejo.
  Lo que me desconcierta es sorprenderme porque te quedas atrás. Y también por la cantidad de pensamientos que se van. Tal vez lograste algo conmigo. Quién sabe. Decidí hacer una excepción a aquel principio que ya conté. Me vi en la necesidad de mirar una foto en la que estamos juntos, prepararme el cóctel que tanto te gustaba, como cuando me hacías preguntas extrañas y mejor te invitaba a tomar algo. Sentí una especie de presión en el cuerpo, seguro que fue el cóctel. Miré la foto, dando un sorbo grande al cóctel, te dije gracias. Con sentimiento.

M. Téllez.

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