viernes, 31 de enero de 2014

Mascotas

La Srita “B” tiene dos mascotas, a una la llamó “ser poco memorable”, a la otra  “ser hipotético”, está convencida de que entre las personas sólo hay estos dos tipos de seres.

 “Ser poco memorable” lo es en tanto que forma parte de la costumbre, ese caracol determinado que arrastra y amarra, los berrinches de los seres poco memorables resaltan aún más que los buenos momentos que algún día proveyeron y que fueron poco usuales, casi hipotéticos y dignos de olvidarse.

Por otro lado, los seres hipotéticos son “casi” imaginarios, causan placer incluso antes de que caigas en la cuenta de que estas sonriendo, impulsan y desatan con una mirada breve, en un segundo opacan todos los tragos amargos que traen consigo, que son muy frecuentes y dignos de ser imaginados. O al menos así lo veía ella.

En fin, el problema para la Srita. “B” era básicamente que ambas mascotas eran sumamente territoriales y no les agradaba ni un poco la idea de compartir la cama de la Srita. “B”. Una tarde al regresar a su hogar, encontró que sus mascotas se atacaban entre sí, la escena era lo suficientemente violenta y grotesca para omitir su descripción. Intentar separarlos era en sí un peligro, lo más sensato era dejar que sólo uno viviera, pues la Srita. “B” es lo suficientemente cruel para no omitirlo, así que decidió no ver la evidente situación, cerró la puerta y esperó el silencio, mientras, pensaba que de alguna forma los seres poco memorables habían empezado siendo seres hipotéticos.

Algún tiempo después, cuando me contó la historia no pude evitar preguntarle: - ¿y entonces, pues, quién vivió?-
A lo que ella sonriendo burlonamente dijo: -por mi parte creo ser de una manera poco memorable, un ser hipotético.-

Yo me limité a encender un cigarrillo, alzar una ceja y meditar acerca de esa amargura bufonesca, esa mujer me agradaba, quise ser su mascota.

M.J.R.M.

¿Verdad como invento?

¿Verdad como invento?

Ahora el hombre se asume ya como un ser finito y necesita justificar  su existencia. Necesita algo más universal, duradero, y  estable pues él se ha dado cuenta de que el mundo estuvo antes de que él apareciera  y estará después de que él haya perecido. Esto leía hace algunos meses en La Idea del hombre de Eduardo Nicol, el cual dice que “la nueva idea del hombre presenta también el carácter de una definición correcta: el ente es un ser temporal”  y también es histórico.
La vida del hombre se encuentra justificada en verdades históricas. Para el hombre la verdad se torna como el fundamento necesario para la vida dado que no se puede vivir la vida humana sin principios y estos principios no pueden ser llamados de otra forma que verdades. Así, cuando una verdad entra  en conflicto, es decir, su “estabilidad” desaparece, crea conflictos en la vida humana que ha fundamentado su existencia en ella. “La crisis de una verdad es la crisis de una vida”.
Las verdades a veces cambian y esto hace entrar en crisis la estabilidad humana. Pero, esta crisis que se suscita en el hombre se torna en su situación normal muy pronto dado que toda verdad histórica tiene validez restringida temporalmente ya que su función es expresar la situación vital de ese único momento en el que surge. Al cambiar la situación, cambian las necesidades y la verdad forzosa para el hombre.
Para Nietzsche, el intelecto no va más allá de la vida humana. No tiene otra función que para los humanos y su importancia se delimita por estos. El humano no es más que egocéntrico al usar el intelecto como arma frente a otros hombres pero sólo un arma ficticia que puede usarse únicamente con otros hombres. Se inventan lenguajes: las palabras no expresa lo que las cosas son en sí, sólo son metáforas. Los conceptos engloban muchas experiencias similares pero nunca iguales, sin embargo, el hombre pretende meter particulares en conceptos universales como si el concepto “hoja” describiese siempre a la misma y que, a partir de este concepto arquetípico hubiesen sido creadas las demás hojas siguiendo la descripción de la primera.
Todo esto es creado por el hombre. Si  atendemos a la propuesta nietzscheana sobre la creación de la verdad, tendremos pues que sólo es un invento humano al igual que la palabra. Es producto humano que sólo responde a las necesidades de éste y que es válida únicamente para él. Se llega a construir verdades por acuerdo y para originar una adecuada interacción. La verdad es una “mentira” asumida por todos como verdad, una mentira colectiva que se transforma en mentira inconsciente para las siguientes generaciones. Cuando se transforma y adopta esta última forma adquiere el sentimiento de verdad. La verdad es como un juego del cual se han establecido reglas que deben ser seguidas para que sea posible una buena dinámica social. Así, la verdad sólo es un invento al igual que la palabra. Es producto humano que sólo responde a las necesidades de éste y que es válida únicamente para él.

Entonces, ¿la verdad es una creación estrictamente humana? ¿Seguiremos creando más verdades al ver las que antes considerábamos como tales derrumbadas para dar estabilidad a nuestra existencia? ¿Existen verdades fuera de lo humano, es decir, verdades metafísicas que están y estarán independientemente del lenguaje y de las necesidades humanas?

Ixchelt Hernández

Somos animales. Más violencia.

Más violencia

Hace tiempo que no intervenía en 'pleitos callejeros'. Hoy en el metro -línea 3- un chavo -como de 29 años, quizá- golpeó a un señor -como de 58 años, quizá-. No sé lo que de hecho ocurrió -es decir, porqué empezó el pleito-, estaba escuchando mi música, con audífonos, claro. A pesar de que iba con mi sordera moderna, sí escuché que de repente dos personas se empezaban a insultar, cuando volteo, el señor le da un puñetazo al chavo, los lentes que llevaba el chavo casi salen volando. El chavo inmediatamente soltó un cabezazo en la cara del señor. Luego del cabezazo, -el chavo- aventó un volado, es entonces cuando me metí. Tenía a mi lado al chavo. También se quiso meter una señora, creo, pero al ver que el chavo estaba enfurecido, se alejó. Yo seguí forcejeando con el chavo. Resulté sin heridas. Ni un rasguño. Solamente se me desacomodó un audífono. El right. Desde un tiempo he pensado que las definiciones de los filósofos sobre el hombre, no están erradas, sobre todo cuando lo consideran . Pienso que de hecho somos animales. Y es curioso cómo podemos distinguir -o al menos así distinto a las personas- a alguien que hace para alejarse de la similitud con las bestias. Pero de eso no hablaré aquí. El punto es que con esto que pasó -y otras anécdotas en donde igual he intervenido- me fue prácticamente evidente el instinto que tenemos ante el peligro. Quizás sea muy bobo decir que la causa por la cual se agredieron fue un peligro, es el metro, por todo se enojan, y la gente de por sí va de malas. Sólo debes verles las caras para notar que están jodidos. Estamos jodidos. A veces ellos más. En fin. Pero, decía sobre el instinto. En cuestión de segundos, pude ver cómo el chavo consultó con qué podía golpear a su agresor, las manos no las podía utilizar muy bien, tampoco las piernas. Entonces dió un cabezazo. Al señor no lo vi muy bien. Supongo que se dejó llevar por el coraje, alguien a esa edad que agrede está algo dañado, puedes fracturarle cualquier cosa. Son bastante débiles. Ya son ancianos. Y no negaré que hay ancianos muy fuertes, pero la condición de los huesos dice mucho. Y dentro de lo que dice es que ya no puede soportar una patada en el peroné o un puñetazo en la quijada.
  La gente fue inútil. Prácticamente fui el único que se metió. Y quizás haya quien piense que no tienes por qué meterte. Puede ser, pero esos entes al rato andarán lloriqueando cuando les ocurra algo y no tengan ayuda. Y no, no es karma, eso no existe. Es algo que pasa y punto.  
  A pesar de que algunos lo vean como una mala experiencia, creo que son experiencias que dejan mucho. Al menos si las piensas y las críticas. Y no solamente desde las creencias que uno posee, eso es pensar en el sentido más escueto que pueda haber. La gente debería entender que la indiferencia permite más injusticias. Meterte a un pleito ajeno -que te puede afectar- no es precisamente estar de metiche. Me pudieron haber golpeado por sus lloriqueos, aunque eso casi no me importó. La razón por la que me metí es porque me parece tan absurdo que las personas se golpeen ante ciertos factores pragmáticos. Escuché al chavo contar su versión. Según él, solamente fue el típico pleito de empujones, una mentada de madre y ya. Realmente yo no creo que un empujón y una mentada de madre sean causas fuertísimas para ir a los golpes. Pienso que puedes insultar también, o reírte del otro, alejarte, o bien, preguntarle qué es lo que quiere. Si no entiende de razones, y uno está en disposición, pues que haya golpes, pero que haya un diálogo anteriormente. Al menos eso me parecería más razonable, si es que se le puede llamar razonable. Lo ideal es que no hubiese violencia.    Ésta solamente fue una pelea, sé que a diario debe haber riñas, y la gente solamente es indiferente. Lo van a pensar -quizás- cuando a ellas les toque ser golpeadas y se sientan ofendidas porque nadie se metió, y solamente hicieron un huequito para que la pelea tuviera su espacio.
 
M. Téllez.

La verdad, los amantes y los juegos del lenguaje.

Filósofos como Nietzsche han dejado en claro que la expresión de la verdad (quizá la única verdad existente) ha sido caracterizada a lo largo de la historia del pensamiento como el menor uso posible de los juegos del lenguaje, en oposición a la retórica.
Ahora dudamos del concepto de verdad en muchos de sus ámbitos. Cada vez tenemos menor certeza de que el significado clásico de esta palabra tenga alguna aplicación. Si bien algunos prefieren descartarla de su lenguaje y otros intentan reconfigurar los conceptos contenidos en ella, ahora quiero hablar de lo que significa la verdad en una relación entre amantes.
Cuando nos hemos visto envueltos en una relación amorosa fuerte, y aunque no tengamos aspiraciones metafísicas o dudemos teóricamente de qué es la verdad, lo cierto es que es lo que esperamos del amado de una forma casi pueril, intensa. Quizá en este nivel básico de la vida resulte más evidente la diferencia entre la verdad y la mentira.
Lo que espera el amante es que su congénere le responda sin juegos del lenguaje. Que la realidad coincida con las palabras, que no haya lugar a ambigüedades. Es extraño lo que se pide, cuando vemos que el lenguaje, que ha sido visto durante mucho tiempo como un puente de comunicación, a veces puede ser también un artilugio que disfraza los hechos. Lo que quiere el amante es un lenguaje desnudo.
Empero, como muchos igualmente han notado, el lenguaje tiene límites. La experiencia vivencial no puede ser abarcada completamente por éste. Por ello, los amantes han aprendido a superar esa barrera entre dos experiencias de vida distintas desarrollando diversos modos de comunicarse. Los poetas han hablado tanto de las miradas, los gestos, las palabras mudas. Esto es porque somos como dos recipientes bien distintos que intentan a toda costa vaciarse uno en el otro.
Y creo que es cierto también que la comunicación varía de intensidad según los momentos que se vivan como pareja. Hay ocasiones en que ambos se vuelven máquinas de recepción y emisión: mensajes tenues que desnudan la experiencia del otro. Existen otros momentos en que no ha podido tenderse ese puente de vivencias y, bien sabemos, los conflictos afloran.

He platicado con amigos, y no pocos, quienes me dicen que una preocupación extraña que cargan cuando están en una relación es el no saber qué piensa el otro. Puede decirles su amante muchas cosas pero siempre les angustia no poder abarcar toda la verdad que resguarda. Saben que el lenguaje no es suficiente para expresar todo lo que un ser humano puede contener dentro de sí.
Y esto llama mi atención porque creo que una de las partes básicas del amor es precisamente esta variación entre la búsqueda de la verdad en el otro y los límites de la experiencia individual para hacer partícipe a alguien más.
En este sentido, la hermenéutica permite acercarse a la verdad. Si las palabras concretas no son suficientes, el ejercicio hermenéutico es un acercamiento amoroso con la realidad. Es más que una interpretación: es la búsqueda del qué de algo que se expresa como vaivenes de palabras, que se entrecruzan y forman una imagen.
Así, por ejemplo, cuando leemos poesía, literatura, (al mismo Nietzsche, antes mencionado), no debemos centrarnos en la literalidad, sino en los golpes de sentido, emanados de las palabras, que forjan nuestra idea mental de lo que se nos refiere tal como el cincel del escultor forja la piedra.
Así que recomiendo a los amantes intensos y un poco loquitos, como seguramente son muchos poetas, que no se obsesionen con la perenne duda de saber todo del otro. El ser humano no es un objeto acabado, sino un ser en constante expansión y movimiento. Las palabras que evocan algún momento específico de la vivencia humana pueden ya no ser concordantes con una realidad posterior o anterior y, muchas veces, los gestos más simples pueden decirnos muchas más cosas.




viernes, 24 de enero de 2014

Violencia a causa de prejuicios e ignorancia
 
Ayer pasé por el centro de Xochimilco momentos antes de que comenzara el enfrentamiento entre ciudadanos y policías. Desde que caminé por esa calle donde ocurrió el accidente noté que había mucha gente, pensé que aquel tumulto era a causa de las típicas procesiones que les gusta mucho  hacer a los habitantes de Xochimilco. No fue así, escuché murmullos de que había pasado y aquello, y al notar que había policías custodiando algo -un cadáver, y supongo que un herido- y además que un camión estaba estorbando, pensé: "Atropellaron a alguien". En fin, mis deducciones no importan. El punto es que cuando pasé, no sé qué tantas cosas decían, el meollo es que la gente veía con rencor a las autoridades y algún movimiento que hicieran ellos -los policías- ya era digno de ser abucheado. No se requiere de ser místico o alguna cosa así para saber que no miento.
  Narro lo anterior porque he leído y escuchado, que los actos de violencia contra la policía fueron a causa de la negligencia' de la policía y por la tardanza de cuerpos médicos. Si son ciertas esas causas -que supongo que sí porque esa actitud la expresaban mientras pasaba por ahí- no queda otra cosa más que reprocharlas. Y no, no estoy defendiendo a los policías. La gente ya por todo aborrece a los policías -y razones no les faltan-, sin embargo, no creo que los policías hayan disfrutado de ver un cadáver y un herido ahí, si es el caso que sí, entonces lo que digo no tiene sentido, pero, como no he visto cosas que me indiquen que de hecho fue así, seguiré con esto. Decía que la gente aborrece a las autoridades y que causas no les faltan, sin embargo, pienso que no es su culpa que haya tardado en venir la ayuda. ¿A caso no conocen ni las vialidades de su pueblo? Xochimilco es un caos. Si no hay congestionamiento vehicular a causa de una procesión -ya sea hasta de esas donde como 10 personas van bailando en avenidas principales-, lo hay a causa del transporte público. Esto hablando de las avenidas, el centro de Xochimilco es otra cosa, sumen a lo anterior mototaxis o bicitaxis y bases de microbuses. Lo anterior no me convence, pero desde hace tiempo quería mencionar que Xochimilco es un caos. Por lo que escribo esto es porque al tener ese rencor hacia las autoridades, desconocer las causas de la negligencia, y sumando también la impotencia de las personas -que sólo se dedican a ver y a gritar-, si fuera poco, agreguen que algunos actúan por emociones -en este caso odio hacia la policía y sus errores-, lo que sigue es la violencia, y es lo que ocurrió. Cabe mencionar que estoy a favor de la violencia en algunos casos, en éste, específicamente, no. Lo que ocurrió demuestra que algunos habitantes ya están hartos de las autoridades, concuerdo con ellos, en lo que no concuerdo es que se les agreda por causas que les son ajenas en cierto punto.
  Habrá que estar pendientes de sucesos así, porque cada vez se harta más gente de la policía, e insisto, la puerta de la violencia queda abierta cuando las autoridades no escuchan a quienes representan, en ese caso estoy a favor de la violencia, de lo contrario, debe otros modos, y no, no exactamente es hablando cuando las autoridades demuestran que no son razonables. Pero, la experiencia queda.
 
M. Téllez.


Lana del Rey y la tergiversación del fin del dinero.

 Money is the reason we exist.
Everybody knows it, it’s a fact.
(Kiss, kiss).

Escuchas “National Anthem”. Sabes que todos saben que la razón de que existamos es el dinero. Es muy obvio. Verdad irrefutable si nos atenemos a los hechos y olvidamos nuestras elevadas aspiraciones: existimos por el amor, la razón o por nada en absoluto.
Nada de eso es cierto: el dinero es lo primordial en nuestras vidas. Ya no es solamente lo que éste puede comprar: hemos llevado nuestro deseo a un nivel más abstracto. Seis ceros en la cuenta del banco son sinónimo irrefutable de lo que consideramos la felicidad. Sobre todo si son en dólares.
¿En qué momento se dio la tergiversación del dinero como simple medio, sin carácter acumulativo, a ser un fin máximo? Lana del Rey  transmite esa tergiversación formulándolo en la frase dura y directa: el dinero es la razón de nuestro existir.
Y yo digo que no es una exageración. Los ricos no paran de acumular, no quieren y no pueden. La clase media no para de trabajar, para conseguir capital. Puede alguien obtener estabilidad y cierto bienestar, pero si se presenta la oportunidad de ganar más, no la rechazará. El pobre vive anhelando dinero y, cuando llega a obtenerlo, se convierte en el capitalista más voraz.
Muy pocos son aquéllos que teniendo la oportunidad de ganar grandes cantidades de dinero, las rechazan. Son éstos quiénes escapan a la máxima del dinero como fin. Siguen siendo la excepción. Aún quienes en la pobreza proclaman que el dinero es algo vacío, que no provee felicidad, incluso que es indigno, cuando tienen la oportunidad, olvidan todos sus ideales anteriores y se dejan llevar. Poco hará el remordimiento de conciencia para hacerlos cambiar de parecer.
Los críticos destrozaron el disco de Lana del Rey arguyendo principalmente que sus letras invitaban al consumismo y a un tipo de vida vacío. Dejando de lado el que me parece francamente estúpido que apliquen la moralina para criticar el álbum de un artista, creo que ella no hizo más que plasmar en sus canciones una realidad tangible. Además estamos hablando de una ciudadana del país capitalista y consumista por excelencia, Estados Unidos, donde los Black Friday son algo así como la fiesta nacional.

Es evidente que ahora el dinero lo es todo. Y no son tan importantes como éste las cosas de las que provee. El deseo ahora es el dinero por el dinero. En tiempos de Marx, cuando teorizó al respecto, el cambio del dinero como medio a ser un fin en sí mismo no era tan tangible como ahora. Ahora la extensión ontológica del dinero abarca la existencia humana. Al menos eso dice el capitalismo.

Valencia.

Marx: La estructura y la superestructura de una sociedad


1.- Estructura.
Una de las características fundamentales del hombre, es su capacidad de producir sus propios medios de vida[1], ésta capacidad lleva al hombre a establecer ciertas relaciones sociales que no busca conscientemente, pero que son necesarias para su supervivencia. La estructura está basada en estas relaciones sociales, que son relaciones de producción por un lado y fuerzas productivas por el otro.
Las relaciones de producción son aquellas relaciones que se organizan para producir la sociedad, es decir ponen el acento en el “cómo” estamos organizados para producir lo que se come, lo que se viste, lo que se bebe, etc. 
Por su parte, las fuerzas productivas son aquellas que reflejan la capacidad de una sociedad para producir lo que se come, lo que se viste, lo que se bebe etc. y están sujetas en primer lugar a la disponibilidad de los recursos naturales con los que cuenta una sociedad, en segundo a la tecnología (el conjunto de saberes y conocimientos materializados en herramientas de trabajo) y en tercer lugar a la disponibilidad de mano de obra, es decir de las personas que van a emplear las herramientas para explotar los recursos naturales de los que dispone una sociedad.
La relación que se da entre las fuerzas de trabajo y las relaciones de producción, es el cimiento al cual se le llama estructura económica de la sociedad y es la base real sobre la cual se puede levantar una superestructura jurídica y política[2].

2.-Superestructura:
Sobre la estructura económica de una sociedad, se levanta una superestructura conformada por elementos jurídicos y políticos a los que corresponde cierta forma de conciencia social, Marx llega a la conclusión de que las relaciones jurídicas y las formas de Estado no se explican a partir de sí mismas ni de la evolución constante del espíritu humano como afirmaba Hegel, sino al contrario en las condiciones materiales de cada sociedad[3]. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino el ser social (las relaciones sociales) son las que determinan su conciencia. “El modo de producción de vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.”[4] La conciencia de los hombres se explica pues, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Los modos de producción cambian las relaciones sociales. Es decir, la estructura condiciona a la superestructura.

3.- ¿Qué relación hay entre la estructura y la superestructura?
En conclusión, podemos decir que la estructura condiciona a la superestructura, que la primera fija los límites materiales de lo posible para una sociedad, sin embargo no determina el contenido de la segunda. Cada cambio que sufre la estructura, modificará más o menos rápido a la superestructura erigida sobre ella, esto sucede porque las relaciones de producción, es decir la formación social, favorece a las fuerzas productivas y las impulsa a desarrollarse, no obstante en un segundo momento, ambas entran en contradicción y las relaciones productivas empiezan a estorbar a las fuerzas de producción hasta que la relación entre ambas revienta y surgen nuevas relaciones de producción que impulsan nuevamente a las fuerzas productivas[5]. Así pues un modo de producción no desaparece hasta que no haya desarrollado todas sus fuerzas productivas, ni aparece un nuevo modelo de producción antes de que sus condiciones ya se estén por lo menos gestando en la sociedad.[6]


M.J.R.M. 



[1] Cfr. Marx, ideología alemana p, 1
[2] Vid prólogo p, 2
[3] Ídem.
[4] Ídem
[5] Vid prólogo p 3
[6] Cfr. prólogo p 3

¿Egoísta?

¿Egoísta?

Actualmente nos tratan de convencer de que “el otro es tan importante como yo”. Esto parecía yo aceptarlo sin cuestionamientos y parecía saber cómo conducirme ante la vida. Pero un día me di cuenta de que a veces actuaba respetando la existencia de los demás honestamente y otras tantas actuaba así en un afán de parecer buena persona. Hasta aquí parecía un tanto tolerable mi modo de proceder ante la vida pero un día me di cuenta de que este sentimiento de empatía —que debe existir idealmente para todos los demás seres humanos que no son yo—, para algunos (muchos) casos no existía; es decir, hay ciertas personas a las que no les puedo dar importancia ni preocuparme por ellas, ni su destino. Antes me llenaba de pesar esto ya que me sentía una persona sumamente egoísta y, entonces, trataba de mentirme a mí misma y me forzaba a condolerme por todos los demás. Pero un día en clase de Filosofía Política llegaron preguntas  que el profesor tiró al aire y me hicieron sentir menos preocupada por no entristecerme a causa de la mala suerte de los otros. Él dijo: “Ahora nos están vendiendo el argumento de la Otredad, es decir, que el otro es tan o más importante que yo, pero ¿de verdad tengo que preocuparme por él? ¿Él se preocupa por ?”
Y sí, estas preguntas tal vez fueron como un salvavidas. Mi modo de actuar se torno en acciones que no despertaban culpa en mí y parecía que los autores de la Ilustración satisfacían con argumentos mis dudas. Locke, por ejemplo, decía que las leyes nacieron en un afán de protegerme a mí y a mis posiciones Para lograr subsistencia y buen orden en el estado de naturaleza, es indispensable que la ley de naturaleza se cumpla, por esta razón, cada hombre tiene derecho de castigar a los transgresores de dicha ley en la medida que sea violada. Entonces, se castigará según los dictados de la razón y la conciencia y las penas serán proporcionales a la transgresión. Así, es la única forma en que un hombre puede tener poder sobre otro. Esta ley natural es una reguladora universal pues abarca a todos los hombres.
Todo que transgreda la ley se estará apartando de la recta norma de la razón, de los principios de la naturaleza humana; se convertirá en una criatura nociva pues ha renunciado a seguir los mandatos de la razón y será una amenaza para los demás hombres. Cuando ésta cometa alguna injuria, habrá una persona que sufra el daño como consecuencia de esta transgresión. En este caso, quien sufra el daño tendrá derecho de castigar y un derecho particular de buscar reparación de quien le ha causado el daño. El agraviado será el único que podrá perdonarlo.
Esto se debe al derecho de autoconservación, es decir, al derecho que tiene cada hombre de castigar el crimen a fin de prevenir que no vuelva a ser cometido. Cada quien posee este derecho en virtud de su derecho de conservar a toda la humanidad y de hacer todo lo que estime necesario para lograr este propósito. Así, cada hombre tiene el derecho hasta de matar a un asesino para evitar que otros cometan la misma ofensa. El transgresor se convierte a sí mismo en una bestia salvaje, como si fuera un león o un tigre, y como tal, debe ser destruido. Entre estos peligros los hombres no pueden vivir y nunca encontrarán seguridad. Así, el hombre podrá castigar, en el estado de naturaleza, cualquier otro infringimiento menor de la ley.
Sería ideal que los hombres sancionaran siguiendo sólo los mandatos de la razón, pero se encuentran en él el amor propio y la pasión y deseo de venganza, los cuales hacen que actúen en favor de sí mismos y que castiguen más fuertemente a los otros, causando confusión y desorden. Debido a que las pasiones hacen que se viole la ley natural, se sale del estado de naturaleza necesariamente para evitar todo exceso e injusticia sobre los otros. Será necesario el consentimiento de cada uno de los miembros del estado de naturaleza para creación del gobierno civil y posteriormente de un estado político.
El gobierno civil y el estado político son necesariamente creados para evitar que las pasiones del afectado lo lleven a castigar con mayor rigor a quien lo afecta y no siguiendo los mandatos de la razón. Así, es un estado civil se establecen sanciones iguales para todos.

Todo esta teoría del surgimiento del estado político respondía la necesidad de entender el porqué del estado. Si nos damos cuenta, surge en un afán de protección no hacia el otro, sino hacia mí. Se acepta la entrada de un agente regulador dado que no se quiere que existan excesos a la hora de castigar las faltas de los otros pero tampoco quiero que me castiguen a mí excesivamente. Todos cuidan lo suyo y confían en que el agente regulador cuidará del buen funcionamiento del estado. Así, se aseguran las posesiones de cada uno en una dinámica egoísta para que exista tranquilidad en cada persona que constituye la ciudad.

Me sigo preguntando si es que es malo ser egoísta. Y las preguntas tiradas al aire por mi profesor siguen martilleándome la cabeza en ocasiones.

Ixchelt Hernández

miércoles, 22 de enero de 2014

Clase en la ENP 6

Hoy quiero hablarles de la experiencia que viví dando clase en una ENP, para ser precisos, en la ENP 6. Comenzaré diciendo que dar dos sesiones en ésta gran preparatoria no hubiese sido posible sin la ayuda de la maestra Cynthia Villicaña. Lo menciono porque busqué dar clase en otra ENP, pero no se pudo concretar algo, quizás mi retórica no funcionó, o no lo sé, el punto es que ésta gran experiencia fue posible a causa de la accesibilidad de la maestra que mencioné.
   La primer sesión que les di a mis compañeros universitarios me gustó mucho. Sabía que el escenario sería complicado, ya que a causa de una buena fuente -una gran amiga- supe que después de la clase -que yo daría- tenían un examen mis compañeros, por tanto, no todos me prestarían atención, algunos quizás se dedicarían a estudiar mientras yo expondría. Y en efecto, algunos compañeros no me prestaron atención, sin embargo, hubo algunos compañeros que participaron mucho. Me fui satisfecho a pesar de que estaba nervioso, de que llegué rasguñando la hora de inicio de la clase y de que -a causa de un lapsus- les quité tiempo de su siguiente clase. Fue divertido y me fui contento. Tenía duda sobre si me harían caso, ya que en ocasiones hay estudiantes que te ven joven y piensan que no tienes autoridad para hablarles, y puede ser, no sé... Sin embargo, me resultó gratificante que me hayan hecho caso y que quizás se interesaron por el tema, que prácticamente es lo que buscaba.
   La segunda sesión fue mucho mejor, me sorprendió notar que todos me hacían caso -o al menos todos estaban callados-, sin mencionar que ahora sí llegué con anticipación, participaron más compañeros y me parece que les resultó entretenida la clase. Espero que así haya sido. En ésta segunda sesión el tiempo se fue volando -como dicen-, les dejé una actividad, me sorprenden las razones que escribieron diciendo si están a favor o en contra, o si les parece plausible o no la Teoría de Justicia de Rawls. Realmente pensé que escucharía o leería argumentos que ya había sopesado y que no aprendería algo de ellos. Estuve bastante equivocado. Me hicieron dudar, lo cual -como ya he declarado en escritos anteriores- me gusta muchísimo, me animaron sus dudas y me arrancaron una que otra sonrisa. Me la pasé muy bien.
  Agradezco nuevamente a la maestra Cynthia Villicaña por la oportunidad, a los jóvenes universitarios de la ENP 6 grupo 508 -curiosamente, en prepa ese era el número de mi grupo también, sólo que yo fui a la ENP 1- por su atención y acercarse con preguntas y escribiendo su pensamiento sobre teorías éticas contemporáneas. También le agradezco a mi cómplice Annie Cas quien me brindó apoyo y me sugirió ir a ésta preparatoria.
   Será para mí un placer regresar a ésta bonita ENP, ya lo dirán los compañeros y las circunstancias.   
   Espero que les haya sido grato éste acercamiento a la Filosofía, especialmente, a la Filosofía Moral  y Política.
 
M. Téllez.

viernes, 17 de enero de 2014


Rasgos del utilitarismo

Hace ya un tiempo comenté que daría una especie de clase en una ENP, donde hablaría de "Justicia como Equidad -o imparcialidad-", proceso -digámosle- al que nos remite J. Rawls en su "Teoría de la Justicia". Mencioné alguna cosa como que los planes cambian, y en efecto, pueden cambiar. El caso es que el lunes me presentaré en una ENP y hablaré del tema que mencioné líneas arriba. Ciertamente estoy emocionado. Cuando yo era estudiante de una ENP, me expusieron varios temas interesantes de Ética, sin embargo, es una hazaña llegar a teorías éticas contemporáneas. Es una hazaña contarles a los estudiantes sobre Kant en una sesión de 50 minutos o dos sesiones de 50 minutos. Ahora imagínense para llegar a un filósofo del siglo XX. Es un reto. Pienso que los estudiantes deben conocer las teorías éticas que se desarrollan hoy día, saber -quizás poquísimo- sobre el giro que han dado los estudios en este ramo filosófico. Sobre todo por lo que ha estado ocurriendo en el país, y también en otros sitios del mundo. Muchas veces se predica que hay que 'ser mejores personas', 'hacer cosas buenas', etc. Pero, ¿y qué es el Bien? ¿qué es una buena acción? Para adentrarnos a Rawls, habrá que darle un giro a esas ideas del Bien -aunque en el primer Rawls se encuentra el problema de la congruencia, aún así, es importantísimo hacer énfasis en eso -en el giro sobre pensar las acciones como "buenas"- o al menos eso es lo que sostengo-. Si vamos a pedir algo, hay que justificarlo, no somos dogmáticos, por eso les cae mal la religión a algunos. No podemos pedirle al otro que no haga aquello sin haber sopesado algunas cosas, sin saber por qué lo estamos haciendo, tendríamos que saber al menos una pequeña cosa para pedirlo, si no, no lo pediríamos, no tendría mucho sentido.
   En fin, luego de esta extensa introducción, hay que mencionar que para adentrarnos a Rawls, hay que adentrarnos también al utilitarismo -al menos poquísimo también, el tiempo nos faltaría, los artículos serían muchos más- ya que desde el prefacio de "Teoría de la Justicia" de Rawls, nos cuenta de qué va su teoría. Y hay que echarle un ojo al utilitarismo, les digo aquí grosso modo, algunas cosas sobre el utilitarismo, y que quede claro, no hablaré de El Utilitarismo, si no de los rasgos del utilitarismo, no hay una cosa tampoco como El Liberalismo, si no hay algunas cosas como rasgos del liberalismo, tienen principios fundamentales y de esa idea quiero partir. Para no confundirlos con las letras mayúsculas. Luego de éstos tropiezos, comencemos entonces con algunos fundamentos utilitaristas.
   Uno de los fundamentos del utilitarismo, se deriva de un principio epicúreo, a saber, el fin del hombre, ¿y cómo llegar a ese fin? Evitando el dolor y lograr -digamos- el placer, según Epicuro. El utilitarismo -de Bentham por ejemplo- propone que la regla para saber qué acción es buena o mala, es sopesar si la decisión -o acción- traerá como consecuencia alcanzar una mayor felicidad en el asunto, o un mayor dolor. Y como Bentham piensa que el parámetro es la felicidad, entonces habrá que evitar el dolor o lo que nos cause más dolor -así como el cálculo hedonista-. Con esto tenemos un principio utilitarista: principio de maximizar la felicidad, llamémosle. Otro principio utilitarista, es quizás el que todos pensaríamos si nos mencionan la palabra 'utilitarista. Principio de utilidad. Para definir este principio, recurro a una cita indirecta -que a la vez es directa, lo menciono porque no pude conseguir el texto-, la cita indirecta es del Dr. Muñoz Oliveira, escribe en su tesis doctoral que el principio de utilidad como lo entiende Bentham es "esa propiedad de cualquier objeto que tiende a producir beneficios, ventajas, placer, bien o felicidad, o que evita, o que evita que sucedan daños, males, dolor o infelicidad" (1). Hay problemas en estas definiciones, y no solamente por las consecuencias que pueden acarrear, si no en el desarrollo de éstos, sin embargo, aquí no hablaré de esos problemas.
   Hay otros agregados a ese utilitarismo, como el de Stuart Mill. Los rasgos presentados son del utilitarista J. Bentham, que puede considerarse como utilitarismo clásico. Stuart Mill involucrará otros rasgos, por ejemplo, le dedicará un libro a la libertad. Aún así, cabe mencionar que no deja a un lado la idea del placer, y él defiende éste concepto del placer, pues parece traer problemas. Ya que estaríamos defendiendo lo que se denomina como "ética de los cerdos", ya que ellos solamente comen y les es placentero, se tiran en el lodo y les place, etc. Bien podríamos entonces nosotros beber y nos place, fumar, etc. Mill defenderá este mal entendido de brillante manera, y remitiéndonos de nuevo a rasgos que pueden ser vinculados con la ética de Epicuro.
   Dejaré planteados esos dos principios, que son básicamente a los que Rawls ataca, cabe mencionar que Rawls ataca algunos más, sin embargo, esos los mencionaré en la sesión que daré.
  
Bibliografía.
(1) Bentham, Jeremy, Introduction of the principies of Morals and Legislation, Oxford University Press, 1970, p.12
*Para la cita de Bentham recurrí a la tesis doctoral de L.M Oliveira, que se puede encontrar en internet, la cita que utilicé se halla en la página 51.
M. Téllez.

¿Gustas? Yo no.

¿Gustas? Yo no.



Día normal. Trabajo, no dormir más. Día normal. Olvidarme de mí para pensar en ella, en él, en ellos. Día normal. Entregando mi ser, o lo quedaba de él para servir a sus más estúpidos caprichos. Día normal. Báñate rápido, cepíllate, péinate, arréglate…para que no lo noten. Día normal. Ir caminando a prisa por el retardo originado hace unos muchos minutos atrás. Día normal. Mezclarte entre multitudes que sufren el mismo mal. Día normal. Darte cuenta de que necesitas boletos, esperar. Día normal. Escuchar siempre las mismas canciones durante el tedioso recorrido. Día normal. Entrar al vagón atascado de perfumería barata. Día normal. Roces de cuerpos no deseados. Día normal. Apatía ante los otros, apatía hacia ti. Día normal. Compactarte durante el traslado necesario, rutinario, necesario, enfermizo, necesario. Día normal. Llegar a la estación más cercana a la cárcel, digo, al trabajo. Día normal.  Salir con ellos, ellos que no conoces pero que van hacia el mismo lado. Día normal. Ser arrastrado por esa marejada de gente apresurada. Día normal. Salir de aquella  terminal con dificultades para conectar esas ideas que andan sueltas por la cabeza, aquellas ideas que surgen y mueren antes de que las notes. Día normal. Subir esas escaleras trabajosamente, te duelen los pies. Día normal. Subir y subir, nunca terminan. Día normal. Respirar trabajosamente… ¡Sigue fumando! Día normal. Salir y comprar un cigarro, de esos…de los que “saben rico”, de esos de los que causan esterilidad. Día normal. Fumar y sentir que el viento te roba bocanadas de valioso tabaco, nicotina, alquitrán… Día normal. Arrojar el humo esperando que a ningún otro le afecte, sueñas demasiado, hoy te preocupan los otros, hoy piensas en ellos y aunque lo dudes, en ti. Día normal. Caminar, caminar y caminar, tienes ya trazado tu camino, no piensas hacia dónde ir, ya está premeditado. Día normal. Tienes una excelente compañía: tu cigarrillo que se termina rápido. Día normal. Tus audífonos que esconden tus orejas y tienen un color llamativo: rosa fluorescente.  Día normal. Te incomodan esas miradas dirigidas hacia tus cubrecabezas. Día normal. En el fondo era lo que deseabas: que te vieran. Día normal. Caminas y aún no se termina el tabaco, ni quieres que esto suceda. Día normal. Semáforos que tardan 80 segundos para darte el paso, conviertes en minutos… ¡Estúpidas matemáticas! Día normal. Esperas. Día normal. Ya, puedes proseguir, el cigarro ha llegado a su fin, el delicioso fin, no valorado por algunos, lo más excitante para ti. Día normal. Sentir el calor que se escabulle por el filtro ahora amarillo, esa sensación de ser fuego por un segundo, te incendias. Día normal. Exhalas, se ha ido. Día normal. Caminas aún, esperas que acaben ya esas grandes calzadas enmarcadas por aparadores bien estructurados, bonito diseño, bonito producto, “bonito” precio, retiras la vista de ellos, sientes que por ver tendrás que pagar de igual modo… Más vale decir aquí corrió, que… Recibir estados de cuenta imposibles de pagar. Día normal. Camino viendo hacia enfrente, esperando no chocar con alguna mirada abrumadora. Día normal. ¡No me veas! Día normal. Esquívala, sólo puedes hacer eso ahora… ¡Ya! Día normal. Bajar la mirada por 2 segundos y levantarla de nuevo para percatarte que aún te observa, volteas hacia otro lado…pero ¿hacia dónde? Día normal. Levantas la mirada, ya no están, se han ido esos ojos asesinos. Día normal. Caminas y sueñas…digo, total, soñar no cuesta nada y pues, nada traigo en la cartera, ya veré cómo me regreso a casa. Día normal. Deja de pensar en eso, ni siquiera al trabajo has llegado… Pereza o temor. Día normal. Temor. Día normal. ¿Pereza? Día normal. Caminas y ves por fin aquel reloj en la esquina, la señal de que has llegado vivo al lugar indicado… 10:45 ¡Ya me despidieron! Día normal. Apresurar el paso y notar que ellos no han llegado. Día normal. Respiras y surge el alivio por un instante, saludas a la gente que dice conocerte, sonríes, te sientes aceptado. Día normal. Hay una silla… Día normal. Siéntate. Día normal. Ahí viene la señora que vende desayunos, es multiusos… vende cereal con leche, fruta, jugo de naranja, gelatinas, café, pan, tortas…no traes dinero. Día normal. –“¿Gustas algo?”. Día normal. –“No señora, muy amable, gracias”. Día normal.  Las tripas se pelean dentro de ti y tu boca seca está, tragas saliva…o lo que debería serlo.  Día normal. Pláticas diarias sobre el mismo tema… nada especial, sólo me quejo, no sé hacer más. Día normal. Ella se queja, creo que aprendió de mí. Día normal. Espero una, dos, tres horas… no aparecen. Día normal. Tres horas y media después llegan. Día normal. Sonríes obligadamente. Día normal. Entras a la joyería…o intento de… Día normal. Acomoda, limpia vidrios, barre, trapea, sonríe, vuelve a limpiar, ve a lavar trapos, sonríe, regresa, lava mercancía, vende,  sonríe de nuevo…sonríe… ¡Que sonrías te digo! Día normal. Cuatro de la tarde, tengo hambre. Día normal. A ellos no les importa lo que me ocurra ¿Debería? Día normal. 5:30 p.m. Día normal. –“¿Ya comiste?” –“No señora” –“¿Y qué esperas?” Día normal. Molestia, desesperación, es estúpida, ella lo sabe. Día normal. Comer. Día normal. Desearías estar con la dulce abuela, aquella que te hace tu almuerzo, la extrañas como nunca…callas. Día normal. Terminas…o medio terminas. Día normal. –“Llévale esto a…”, –“Ve a la tienda por…”, –“Apúrate”,  –“Tú, tú, TÚ." Día normal. Te usan de todo, esclavo moderno eres hoy, siempre lo has sido.6:30…Hora y media más… ¿Quién te manda a ser amante de la libertad y al mismo tiempo de la necesidad? Día normal. Sigues limpiando lo limpiado antes. Día normal. 7:00 A guardar todo… desorden, desesperación, discusiones entre ellos, tú te haces como que la virgen te habla. Día normal. Eres un robot.  Día normal. Terminas… ¡Ah! Se olvidaba cubrir aquellos anillos, ni te emociones, quedan otros minutos  por compartir con ellos. Día normal. Me voy. –“Nos vemos mañana”,  –“Adiós”, -“Buenas noches señora, señor”, -“Con cuidado”… Hipócritas, como si les importara. Día normal. No traes más que un bendito boleto del metro que encontraste en el abismo de tu bolsa floreada, feliz eres ahora, libre y con el poder en un pedazo de cartón. Día normal. Caminas…y llega el calambre no anunciado: -“¡Puta madre!” –piensas. Aguardas, duele. Día normal. Sigues con la huida cojeando. Día normal. Quieres llegar a casa. Día normal. Quieres un cigarro pero como dijo el tuerto… ¿Con qué ojos? Día normal. Te fumas tus recuerdos, exhalas olvidos. Día normal. Dueño de tu mente ahora, es lo que importa. Día normal. Entrar al subterráneo, observar, quitarte la bolsa para que pase por ese escáner chistoso, pasar tú por el detector de mentiras… ¿o de metales? Día normal. Suenas… ¿Qué más da? Día normal. Nada pasa, tomas tus cosas, bajas las escaleras, llegas del otro lado, esperas. Día normal. Vagones atascados, no importa, quieres, deseas, anhelas llegar a tu guarida. Día normal. Subes, ya sabes, las mismas canciones, tararear, mirar, esperar, bajan y suben personas, parecemos sardinas. Día normal. Estación deseada a la orden, bajas. Día normal. Escaleras y escaleras…no podrán detenerme. Día normal. Lo logras, mares de gente, atraviesas. Día normal. Caminas y caminas…y caminas.  Día normal. Planeas estrategias para matar a esa señora que se autodenomina “tu patrona”…de nada sirve, jamás lo harás. Día normal. Es gracioso pensarlo, imaginarla ensangrentada, que diversión la tuya. Día normal. Lo ignoras. Día normal. Llegas a casa, ves a esa persona especial que hace que tu día tenga un buen final. Día anormal. Te saluda, te abraza, te acaricia, te posee. Día anormal. Flotas, tus pupilas se dilatan. Día anormal. Platican y nada más existe a su alrededor. Día normal. Debes continuar por el camino aquél, te despides, adiós. Día normal. Entras a casa con ese brillo especial que sólo puede causar un instante tan peculiar. Día normal. Saludos, resumen del día, quejas de nuevo, apapachos. Día normal. Buscas un lugar dónde dormir. Día normal. Lo hayas, el sueño te posee, y lo único que deseas es que el mañana no llegue.

Ixchelt Hernández

Filosofía

Filosofía

Hace algunos días un compañero de mi curso de francés me preguntó qué es lo que hacemos los estudiantes de Filosofía y respondí sin dudar: criticar. Él cambió de semblante inesperadamente y noté su deseo por saber más, como no logró que siguiera, él me interrogó de nueva cuenta. Argumenté desde mi experiencia. Le hice ver que los estudiantes de Filosofía no la pasamos bien —él pensaba lo contrario, le parecía fácil el modo de vida de un estudiante de esta carrera— a saber: se necesita ser un tanto fuerte para darse cuenta de que los humanos somos fácilmente corruptibles, que “la verdad” de las masas en realidad no es verdad, que muchas personas prefieren vivir en estas verdades ficticias antes que romper su ilusión, que se necesita pensar antes de abrir la boca ya que se dan cuenta de que la palabra es de verdadera importancia, que la mayoría de la gente trabaja para conseguir bienes materiales sin saber dónde se encuentra su felicidad y esto debido a que no se conocen ni un poco, que los demás los miran y denominan “locos” si intentan utilizar la razón un poco, que “los más” hacen crítica a la Filosofía sin haber leído a conciencia algún autor y consideran desde opiniones (equivocadas) de otros que la Filosofía es para personas que consumen drogas porque se habla de puras “pachequeses”.
Es gracioso, desde que ingresé a la carrera me he dado cuenta de que disfruto estar sola —y no en ánimo depresivo—. La soledad sirve para observar las acciones de los demás y las propias. Después analizar, comparar, planear, elegir, argumentar pros y contras de tal o cual conducta, es necesario decidir cómo actuar. Claro que no sólo se trata de criticar a otros sino principalmente criticarse a sí mismo. Existe, al darse cuenta del mal desempeño de alguna persona, un compromiso por no hacer lo que me salta del otro. Es decir que, siguiendo la luz natural de la razón, se busca la manera más adecuada para conducirte por la vida.
Esto nunca es divertido, es incluso doloroso y fastidioso en ocasiones. Comienzas a preocuparte por cosas que a los demás les dan lo mismo. Aquel que nunca está satisfecho y siempre se está preguntando, ya que busca la verdad para así abandonar las opiniones. Dice Sócrates en La República (escrita por Platón):
“-Así, pues, ¿del amante de la sabiduría diremos que la desea no en parte sí y en parte no, sino toda entera? –Cierto. […] –En cambio, al que con la mejor disposición quiere gustar de toda enseñanza, al que se encamina contento a aprender sin mostrarse nunca ahíto, a ése le llamaremos con justicia filósofo. ¿No es así?” 475c

En ocasiones, te preocupas hasta por tirar un chicle temiendo afectar a terceros. Esto a veces es alarmante pero también gratificante. Hacer las cosas bien y saber por qué las haces así y no de otra manera es lo que te hace sentir mejor, aunque se vaya en contra de lo que los demás e incluso en contra de lo que uno mismo quiere escuchar o ver.
Después de contarle esto, mi compañero (estudiante de Ingeniería), pareció sorprendido y creo que se compadeció un poco de nosotros, los estudiantes de Filosofía.
Ixchelt Hernández

jueves, 16 de enero de 2014

Filosofía o: para qué estudias eso si morirás de hambre.

Frase conocida por muchos estudiantes no sólo de filosofía, sino de letras, artes, ciencias. Son disciplinas desconocidas por el público.
Se mueven tangencialmente por el mundo: lo real huele a papel moneda, a mierda, a concreto, a quirófano.
Hablo por mí misma, como estudiante de la gran desconocida. De la repudiada y exaltada. (Quien comparte frases de Nietzsche en su biografía de Facebook no se ha dignado ni en leer Zaratustra).

En 2009 surgió una propuesta: desaparecer, entre otras materias, a la Filosofía de la educación media superior. Este hecho escandalizó a un sector específico de la población. A la mayoría ni le interesó. ¿Por qué habría de hacerlo? Se rumoró que el siguiente paso sería desaparecerla totalmente de entre las carreras impartidas en las universidades públicas.
Y sé que probablemente no le importaría casi a nadie. No nos hagamos ilusiones con que un pequeño porcentaje de la población, pequeñísimo, lograría hacer frente al mandato de quien decida hacerlo y a la indiferencia de millones. Dejaré de pasada los argumentos (desesperados, burdos, a la vez que ciertos) de quienes defendemos a la Filosofía frente al indiferente: el que se te pegue al menos algo de ella quizá te ayude a no ser tan pasivo, sino a ser crítico con respecto de tu realidad, ya sea económica, social y, aún, en tu experiencia de vida en toda su amplitud. Sí, es desesperado. Sólo por cortesía nos dirán que sí, que luego darán la leída a algo. La mayoría no lo hará.
A pesar de ello, me permito decir que no me preocupa que quiten a la Filosofía de la educación formal. Que lo hagan, si quieren. Si todo marcha como hasta ahora, sucederá. Tarde o temprano. La institucionalización de la Filosofía no es tan fuerte como quisiéramos creer.

¿De qué nació la Filosofía? Del afán de entender. Mientras había quien se dedicaba a la caza, a la organización de la ciudad, a hacer zapatos, cocinar y todo lo materialmente necesario para la vida humana, llegó alguien que, como por arte de magia, quiso comprenderlo todo. No en su sentido técnico, sino en el más puro. Abrazar la realidad.
Aún en la actualidad, el Filósofo (tenga su título de Licenciado, Doctor, o nada de eso) se distingue en el mercado laboral porque no vende salud, zapatos o defensa legal: vende ideas. Más bien las oferta, porque pocos las compran.
Y esas ideas son del orden más general posible, abstracto. Aún cuando ya han surgido diversas ramas de esta disciplina, siguen teniendo esa característica.
Pero no pensemos que el Filósofo nos vende poco: comprender, o al menos intentar comprender, abarcar todo lo existente y, para hacer de nuestro conocimiento todo ello, ponerlo en letras y papel, parece suficiente.
El que la Filosofía esté oculta, los estudiantes de ésta nos tengamos que enfrentar a cándidas preguntas como la que titula este textito, que quienes la intenten ejercer no pasen de porros, mariguanos y demás, es precisamente porque nuestras ideas no le interesan a nadie por no realizarse en algo concreto. El día que salgan tortillas de los libros de Filosofía quizá nos hagan algo de caso.
No intento hacer una Apología de la Filosofía. Quienes la respetan, cuando menos, ya conocen su valor. Y mis palabras no son lo suficientemente fuertes para que quien la desprecia comience a interesarse en ella.
Sólo quiero exponer que la Filosofía es inherente a la vida humana. (Propongo, románticamente, que si somos humanos es porque en algún momento, como especie, queremos abrazarlo todo, comprenderlo, subsumirlo, integrarlo).
Si desaparecieran todo rastro de la filosofía como institución en todo el mundo; quemaran desde Parménides hasta Russell y más; rascaran en las mentes de todos para que nos olvidásemos de ella, la Filosofía subsistiría. Emergería. Pasaría tiempo, pero siempre surgirá ese afán: primitivo, inherente; la viva representación de la emoción frente al mundo, queriéndose volver racional.

Por eso no me asusta que desaparezca. La Filosofía es fuerte. Su manifestación institucional, al menos en nuestro país, puede ser débil. Pero su aparición es más que una bella coincidencia.

Valencia. 

miércoles, 15 de enero de 2014

Desconcertante

Es impresionante lo que pueden causar aquellas cosas que llamamos 'emociones'. A veces parece que la voluntad está sometida a las emociones. Y puede ser, pero se ha dicho que no podemos estarnos moviendo con ese dominio de la emoción, hay distintas emociones, y ninguna es buena en sí misma. Quizás por eso lo adecuado es producir una buena voluntad, como a lo que nos invita Kant. Lo deseable es actuar siendo razonable, no solamente racional. Deberíamos tener a la mano siempre buenas razones que justifiquen nuestros actos, y con -buenas razones- hay que entender como aquellas cosas que suponemos los otros también aceptarían. Puede ser posible, a menos que sea exigirles -exigirnos- mucho. El problema queda. Menciono esto por algo que me causó el capítulo de una serie y algo que experimenté. Les cuento.
   La serie a la que me refiero es "Sherlock Holmes" -donde Benedict Cumberbatch es S. Holmes- y el capítulo, no logro rememorar su título,es el primero de la segunda temporada. Lo que me llamó mucho la atención, fue ese acto en que una 'extorsionadora', digamos, involucra 'sentimientos' con S. Holmes. Y pareciese que S. Holmes con ella también involucra algo. Sin embargo, al final te percatas que las acciones de Holmes fueron meramente con un plan de por medio, que uno pensaría, solamente seguía el juego de seducción de esa 'extorsionadora'. Ese hecho complejo es el escenario, digamos, otro factor es la actitud de Holmes, siempre es el genio de la deducción. Quizás más de uno quisiera ser así, con fines perversos quizás, o por presumir, como el caso de Holmes. Lo que quiero plantear es que pensé "es cierto, de hecho quisiéramos ser así de -racionales- y evitar el problema de los sentires -las emociones-". En seguida me cuestioné, ¿y eso de hecho ocurre? De inmediato me respondí: no. Nos afecta desde que critiquen algún esfuerzo que hayamos hecho, hasta problemas con la pareja, la muerte de un ser conocido, no entender porqué nos tratan de cierta manera y a otros de otra manera, etc. Los escenarios anteriores, sé que pueden ser superados si nos preparamos para el dolor, hay textos -como los de Epicuro o también el manual de Epicteto- que si son tomados muy en serio, la visión hacia los problemas puede cambiar. Así es la Filosofía. Ahora bien, al pensar en que de hecho no es así, no pude evitar pensar en mi caso. Brevemente, soy en ocasiones lo que denominan como alguien 'frío', serio y quizás amargado, al menos así siempre se expresan de los que no entendemos el porqué del humor tan barato o trivial. Ante tal frialdad', tampoco concibo el sufrimiento absurdo que padecen algunos, siendo que se puede evitar o superar. Cuando vi ese escenario de Holmes, pensé "quizás yo tampoco involucre sentires si tengo un plan". Pero... agrego otros factores que me hicieron titubear respecto a esa sentencia mía: la chica que conoce Holmes es inteligente, además de atractiva, lo hace dudar y desconcertarse... ¿quién no cedería ante tales atributos? Con el simple hecho de dudar y causar desconcierto, están provocando ya algo en uno, sencillamente están haciendo temblar los cimientos epistémicos que podamos poseer, y eso para alguien que usa la cabeza -la mente, procesos de deducción, suposiciones, creencias, inducciones, etc- es terrible, y a la vez es emocionante. Tal escenario de desconcierto causado por alguien más, me ocurrió. Regularmente me fijo mucho en cómo actúan quienes me rodean, departiendo vas enlazando causas con efectos, las causas pueden ser hechos que hayan vivido las personas con quienes platicas y los efectos las ideologías que van teniendo respecto a varios escenarios. Todo ese tipo de creencias que te vas formando, por algún motivo -la conexión necesaria, diría Hume- las enlazas y si te topas con alguien que tenga ideologías o comportamientos semejantes con alguien que ya hayas 'analizado', se las atribuyes, y no, no es estereotipo, hay variantes, es lo genial de no crear libros con características de comportamiento, sino que sigues observando y departiendo. Pero, todo esto, se va por la borda cuando te topas con alguien que reta tus deducciones, te desconciertas, te emociona saber porqué ocurre eso, pero al no encontrar un patrón, te sientes perdido, e intrigado, con ganas de conocer el problema, y la solución. Quizás a Holmes eso le ocurrió y al final rememoró acciones que hizo pero con otro fin, de cualquier manera se desconcertó, no pudo evitar el problema del dominio de la emoción. Es interesante cómo alguien o algún hecho te logra desconcertar. Sobre todo si eres crítico o 'amargado', al estar pensando varias cosas, como causas y efectos, escenarios posibles sobre cualquier cosa, prácticamente en teoría no te sorprende algún hecho, y puede ser que no solamente pase en teoría, de hecho no te puede sorprender pues ya lo habías sopesado. ¿Entonces qué ocurre cuando alguien te otorga una variable distinta a las que conoces? A la conclusión que llegué -si es que se le puede llamar conclusión- es que es algo diferente. Estamos acostumbrados ya a cualquier cosa, despertamos, queremos seguir durmiendo, desayunamos, etc... ¿qué hacemos de grandioso? Quizás aquí intervergan los juicios de gusto y juicios de gusto maximizados, según Téllez. Pero eliminemos esos juicios de gusto maximizados ¿qué queda? Una rutina. Pero sigue la duda, ¿cómo es posible que algo -diferente- haga temblar cimientos tan fuertes como el de creencias? Yo no sé qué responder, y por eso me interesó ese capítulo de S. Holmes, porque es grandioso que esos cimientos se muevan, y ya no solamente para intentar responder un problema que bien puede ser epistémico, sino porque el sentir queda ahí, y por el momento, no sé si es posible que no esté ahí. De hecho, ese sentir que queda ahí, puede ser el motor para hacer. Pero habíamos dicho al inicio que no es tan adecuado actuar por emociones -sentires-.
 
M. Téllez.

martes, 14 de enero de 2014

Contra las injusticias

La gente siempre anhela justicia -o al menos en la mayoría de ocasiones, cuando se ven en peligro; o eso parece-. No quisiera hablar de qué es la Justicia, por temor a que vengan de nuevo los positivistas lógicos y destrocen de nuevo a la Ética, siendo que no todos los estudios Éticos siguen la corriente de corte ontológico al estilo platónico. No sé si aún se haga Ética de ese estilo, ojalá ya no. Hablemos de justicia entiéndola básicamente -digamos-, ya sea como la definen los utilitaristas o los liberales, es decir, como aquello que nos beneficia sin dañar al otro, o beneficios en la sociedad en donde todos estén de acuerdo siguiendo tales principios que rijan a esa sociedad, como el contrato social. La injusticia será entonces cuando alguien viole esos principios. Después de ésta escueta explicación de cómo podemos entender justicia, es mero trámite para hablar de las injusticias.
   La mayoría está en contra de las injusticias, no les parece la corrupción, la ausencia de libertades básicas como de expresión, pensamiento y asociación. Pero vayamos rápido en ésta ocasión.
   Es muy sonada la situación de Michoacán. Las llamadas autodefensas están dando de qué hablar. Y no es para menos, están cansados de que quienes se supone les brindan seguridad, se vendan. Están cansados de que Fausto Vallejo haya llegado en donde está, gracias a estos valientes caballeros templarios, quienes piden salario a comunidades marginadas, como las llaman. O quizás eso sea un bono extra, no lo sé. Lo que me llama la atención, es que quienes hablan de esto, les fascina usar discursos llenos de ironías, de sarcasmo. ¿En serio así tratan los actos injustos? Estoy consiente que el humor mexicano es de lo más curiosos, todo nos da risa, nos da risa que el salario mínimo lo hayan incrementado, sí, aumentó $2.50, salieron memes al respecto. Les daba risa. Y ahora que la situación es delicada en Michoacán, no faltan los 'culos inquietos' que ironizan a los bandos llamándolos como "buenos" y "malos", invocan al sarcasmo más repugnante que se pueda leer tratándose de injusticias. Que menores fueron asesinados, hay que agregarle un tono de incredulidad respecto a que se harán investigaciones, porque todo es evidente para mí. Si así van a tratar actos en donde la razón pública no existe entre autoridades y ciudadanos, y solamente existe entre ciudadanos, llegando a un común acuerdo de defensa, algo está mal en esas personas. Si tanto se creen racionales -porque en ese discurso de llamar a la ironía y al sarcasmo repugnante dejan claro que les da igual la razonabilidad- deberían plantearse nuevamente su manera de abordar ese tipo de temas, el de las injusticias, el de la violencia, el de la represión. Lo único que provocan no es reflexión -quién sabe si sepan qué buscan provocar- sino que invocan solamente más ironía, más sarcasmo. Y después hasta causarán risa. Si su manera de tratar injusticias será así, sería momento de que se enlisten en un periódico o revista de derecha, como las llaman, estoy seguro que serían bien recibidos por alguna televisora. Así que atinen, y si no es el caso, atinen y modifiquen su discurso con recursos tan bajos.
 
M. Téllez. 

sábado, 11 de enero de 2014

Divagaciones de café

Divagaciones de café

Ayer salí con uno de mis mejores amigos a tomar café (práctica que se ha vuelto ya muy nuestra), nos pusimos al corriente en lo que aconteció durante el período que no nos habíamos visto. Entre pláticas, tocamos el tema del noviazgo de otro amigo y tomamos eso como puerta de entrada a una noche llena de preguntas y posibles respuestas. Sucede que comenzamos a hablar sobre la infidelidad en el noviazgo e intentamos encontrar posibles respuestas para justificar nuestra postura ante esto. Al principio parecía que estábamos profundamente en desacuerdo pero después de buscar buenos argumentos para justificar esto, nos dimos cuenta de que en realidad no estábamos totalmente en desacuerdo pero tampoco a favor.
Todas los argumentos que se nos ocurrieron para desaprobar la infidelidad tendían a ser un tanto egoístas, es decir, nos parecía reprobable por sabernos expuestos a estar en la situación del que sale perjudicado. Al ponernos en su lugar, era sencillo sentir reprobación pero analizando esto, nos dimos cuenta de que la respuesta era sólo egoísta porque nos orillaba a tratar de no ser infieles para no dañar a terceros por el deseo de no ser dañados. Es decir, esa primera respuesta correspondía a aquella popular máxima: “No hagas lo que no quieres que te hagan.” Así, atendíamos al Espectador imparcial propuesto por Smith, es decir, ponerse en los zapatos del otro. Nos percatamos de que las leyes sólo “castigan” si hay infidelidad en el matrimonio porque en México se practica la monogamia pero, ¿qué hay con los 47 países en donde es legal la poligamia? ¿Están haciendo mal o no? Es decir, no están violando las reglas de su país…
Entonces, si nos regimos por el respeto a las Leyes, encontraríamos que la infidelidad en México es peor vista si se da en el matrimonio, parece ser que los noviazgos no se toman muy enserio. Así mismo, también es un factor importante la edad: parece ser que mientras más joven eres está mayormente justificado ser infiel. Entonces, la reprobación ante la “infidelidad” es algo meramente cultural o se justifica sólo si abandona el status de infidelidad (que la RAE define como: 1. adj. Falto de fidelidad ‹‹http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=infiel›› y fidelidad como: 1. f. Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona. ‹‹http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=G9z7g9cCxDXX2fkBY3cB››) para convertirse de una relación monógama a polígama.
Esto nos arrastró hacia otra dirección: ¿por qué somos amables con las personas? Nuestra respuesta fue igual a la anterior: “Porque si yo estuviera en los zapatos, me gustaría ser tratado bien. Trato bien para que me traten bien.” Aquí también se pretende conseguir el bien personal.
La misma pregunta surgió con respecto a la caridad y la respuesta fue similar: “Porque al ayudarlo, considero que estoy llevando a cabo un acto de redención.” “Tal vez para que otros vean que soy caritativo.” “Porque si yo estuviera en esa situación…” Y todo apuntando siempre a asegurar nuestro bienestar social, es decir que somos buenos con otros porque parece que queremos asegurar la aceptación social y el buen trato de aquellos para nosotros. Por esto es común que muchas personas cambien su forma de comportarse cuando están con diferentes personas aunque no considero que sea lo ideal.
Si hacemos caso a Hume diremos que la razón no nos sirve para nada en Ética sino los sentimientos. Al ser las pasiones las que mueven a los humanos y no la razón, la segunda será siempre esclava de la primera. Los que nos motivan a actuar son el placer y el dolor, por lo tanto, son las pasiones y no la razón las que nos motivan. La razón informa a las pasiones sobre si los objetos que persiguen existen y cuál es el camino más corto para conseguirlo pero ésta no puede juzgar o criticar a las pasiones ya que las pasiones son naturales. Los humanos, al ser agentes morales somos susceptibles de sentir aprobación o desaprobación.
Para Hume la moralidad es más algo que sentimos que algo que juzgamos. A través de los sentimientos morales podemos decir qué está bien y qué está mal. Sabremos dónde se encuentra el vicio sólo si aprobamos o no cierta acción desde nuestros sentimientos. Es una cuestión de hecho, es decir que se encuentra dentro de cada persona y no en el objeto, sin embargo, ninguna verdad de hecho puede proveer base para juicios morales. Entonces, parece imposible pasar del ser al deber ser, ya que como diría Hume al hacerlo estamos cayendo en una falacia.
Pero, al ser esta una postura subjetivista parece que en los seres humanos no hay alguna pasión por los intereses públicos, es que decir que no existe una pasión general y universal, ya que no amamos a toda la humanidad sino sólo a algunos particulares, los más próximos a nosotros. A pesar de esto, existe esta pasión  y es a través de la justicia que actúa para lograr el bien público: Sin reglas de justicia no habría estabilidad. Sin estabilidad no habría propiedad.
Así, se necesita de la justicia (que es la única virtud racional para Hume), a la que la seguimos porque somos conscientes del daño que nos causa que los demás no sigan las reglas. Pesa más un beneficio a largo plazo que logro al someterme a las reglas que un beneficio a corto placo logrado al romper las reglas. Y llegamos también a darnos cuenta de que este es un argumento egoísta.
Entonces, ahora la pregunta es: ¿es malo ser egoísta? De serlo, ¿por qué lo es? Y de no serlo, ¿por qué no lo es? ¿Hasta qué punto es bien visto socialmente ser egoísta? ¿Por qué el cristianismo ve mal ser egoísta?

Esto quedará pendiente para otra sesión de café con mi amigo Milton. Ya les estaré contando sobre las divagaciones que surjan en nuestras charlas de café.

Ixchelt Hernández

viernes, 10 de enero de 2014

Cambios en P1
 
Desde hace ya un tiempo me enteré que en la ENP 1 "Gabino Barreda" estaban ocurriendo algunos cambios. ¿Qué cambios? Desde la 'apariencia' de la preparatoria hasta de -que es de lo que quiero hablar- 'seguridad'. Dichos cambios han dado de qué hablar últimamente en el FB destinado a cosas de la ENP 1, no es el sitio oficial, que quede claro, es un sitio común y corriente, digamos. Pasemos a ese asunto de 'seguridad'.
   Cuando yo asistí a esa preparatoria -la ENP 1 "Gabino Barreda"- el ambiente era tranquilo, esto ya fue hace 5 años. Realmente no es mucho. Quizás sí, no importa. Pertenecí al turno de la mañana desde que entré, la 'seguridad' era lo que yo consideraría como "común", solamente te pedían la credencial para entrar, en su defecto, el historial o algún papel que diga que perteneces a la preparatoria, o bien si eres universitario, también una credencial, pues, deben saber que todo espacio universitario es para los universitarios, lo dice la Legislación de la UNAM. En mi primer año no ocurrieron hechos violentos, a veces estaban los famosos "porros", pero en el primer año que estuve, no ocurrió algo. En el segundo año sí. En esa ocasión, las personas que trabajan en ENP como 'vigilantes', nos impedían estar cerca de la entrada principal o de los estacionamientos, ya que estaban arrojando piedras y petardos al plantel. No pasó a mayores. La novedad en ese segundo año, fue que comenzaron las famosas "amenazas de bomba", brevemente explico cómo era eso: estabas en clase, pasaban a los salones a decir que debías salir porque había una 'alerta' y te llevaban a las canchas, estando ahí debíamos esperar una hora o algo así para que nos dejaran ir, ya sea que se diera el día de actividad por finalizado, o que podías regresar a clase. En lo que viví, siempre se daba el día por finalizado. Todo esto, me parece, era "normal", es decir, nunca se incrementó la seguridad, los actos violentos eran pocos, etc. Ahora, hace un tiempo atrás, me enteré que agregaron torniquetes a la entrada. Los alumnos se molestaron. Agregaron más rejas, los alumnos se molestaron. Recientemente ocurrió que unos estudiantes de otra institución académica causaron daños a la preparatoria, causaron hechos violentos. A raíz de esto -o eso supongo- las autoridades del plantel incrementaron medidas para la seguridad de la comunidad universitaria. Los alumnos se molestaron, ¿por qué? Porque agregaron una pantalla, además de los torniquetes que ya habían, y también agregaron más rejas. Lo que dicen algunos alumnos es que ya no es preparatoria y ya parece ahora más reclusorio. Ante esto 1) una cosa es que parezca algo, y otra que de hecho la institución sea como un reclusorio o que traten a los estudiantes como delincuentes. Dudo que los traten como criminales. Algo que me inquieta, es que la mayoría se pone a escribir en el FB su opinión respecto a ese asunto de que le agregaron más seguridad' a la preparatoria, en FB nadie les hará caso, es igual cuando te ponen la foto de un diputado que está durmiendo mientras se supone debe trabajar, que la compartas y le escribas las groserías que te sepas no harán que de hecho se ponga a trabajar ese señor, lo mismo para esos jóvenes. Que lloriqueen por las medidas tomadas que ellos no conciben como 'buenas' o 'correctas' en un grupo de FB, no implica que las autoridades les hagan caso. Yo no sé si las autoridades les dieron a los alumnos alguna explicación sobre las nuevas medidas que hay, si de hecho les presentaron explicaciones, en ese momento los alumnos debieron haber expuesto su inconformidad, si no ocurrió así, los alumnos hubiesen ido a preguntar, las autoridades tienen la obligación de comunicar cambios que ocurran en el plantel. Claro, todo esto con 'calma' y siendo razonables, estoy seguro que también las autoridades se sienten fastidiadas cuando llegan jóvenes en tono de -me siento bajo un yugo- y vengo a pedir explicaciones pero te vengo casi gritando y diciendo que estás violando tal y tal derecho de mi vida. Sin embargo, los alumnos no están preparados para dialogar así, quizás muy pocos y son los que no participan en las asambleas o juntas de jefes de grupo o alguna cosa similar, quizás me equivoque y todos tengan un dominio de la legislación universitaria, sepan exponer sus argumentos de manera clara y dispuestos a escuchar de razones para llegar a un acuerdo basado en el bien común, sólo que si esto de hecho fuera así, no estuvieran quejándose en un grupo de FB. A menos que las autoridades no se presten al diálogo, en ese caso, queda abierta la puerta a un paro, primero puede ser activo y luego pueden tomar las instalaciones, todo esto de manera justificada, los alumnos pueden pedir la renuncia de su director, ya la ENP 6 logró eso, de manera justificada -y muy brillante, por cierto-, claro. Sin embargo, dudo que se llegue a eso, quizás me equivoque, y sería muy grato equivocarme, ya que entonces los alumnos no solamente se preocupan por obtener un buen promedio y aspirar a la licenciatura o más estudios, sino que se preocupan por la estructura básica -como diría Rawls- de su institución.
    Para finalizar, supongo que el implementar medidas de seguridad como las que mencioné, perjudica a los jóvenes de alguna manera, por ejemplo; a la hora del ingreso, y no tanto porque no lleven su credencial o algo así, ya que es imperativo que la porten, sino porque quizás el ingreso se haga lento. Algunos de ellos -de los alumnos- mencionan que los 'vigilantes' deberían hacer bien su trabajo y prácticamente dicen que tienen que 'cuidarlos', habría que atender esos pensamientos de inmediato, porque la UNAM no tiene policía, esos trabajadores no tienen obligación de ser una policía, no pueden estarse quejando de todo lo que ellos piensen que atente contra su 'libertad' cuando de hecho no es así -y si es así, ya mencioné acciones que se pueden tomar-, sus actitudes o 'argumentos' en ocasiones solamente demuestran que no han leído la legislación universitaria, en ocasiones uno cree que la universidad estará de acuerdo a lo que uno piensa, y en ocasiones no es así. Valdría más que se informen de la mejor manera, recurriendo a profesores, leyendo la legislación, hay un profesor en esa preparatoria que imparte la materia de Derecho y te resuelve dudas de manera muy clara, se llama Jorge Arreola -me parece-, al menos en mi época de preparatoriano tuve dudas sobre algo que ocurrió en la ENP -y otras sobre delitos federales- y él con gusto me aclaró tales dudas. O el profesor  José Alfredo Figueroa, de Filosofía, es también una gran persona y gran académico de la ENP 1, resuelve dudas de manera brillante. Todo esto, si es que de hecho las autoridades de la ENP 1 se 'están pasando' con las nuevas medidas de seguridad, solamente los alumnos saben si ocurre tal 'imposición' y ausencia de importancia ante la comunidad universitaria.
 
M. Téllez.

sábado, 4 de enero de 2014

Breve 'clase' de guitarra.

Cuando comencé a tocar guitarra y ya andaba por el internet, encontraba pocas páginas que me parecían 'buenas' para que aprendiera a tocar guitarra, o al menos, para tener una especie de acercamiento a este instrumento. Aprendí a tocar en un curso impartido en una casa de cultura, así que lo que les "enseñaré", no lo aprendí solo, mi profesor se llamaba -o se llama, ya no sé de él- Arturo, y no recuerdo tampoco sus apellidos... pero bueno, a él le otorgo cosas que aprendí. Lo que diré a continuación es simplemente para que puedan tocar algunas canciones, no serán expertos o buenos si no practican, ni tampoco sabrán solfeo o cosas que son un tanto más avanzadas, digamos. Siempre ha estado ese pleito', los que estudian música -algunos- se sienten ofendidos por quienes escriben canciones con letras y números y no lo hacen con la notación que según ellos, es adecuada y correcta, la discusión aquí no me importa sobre quién tiene razón, pues hay quienes estudian música y no son capaces de componer alguna melodía o algo así por inspiración, y solamente pueden por medio de reglas. Siendo que algunos aseguran que se logra algo genial por inspiración... en fin, comencemos con estas pequeñas cosas, que pienso, son prácticamente los axiomas para que puedan tocar alguna canción. Usando el método de leer 'tablaturas'.
  La guitarra -me refiero a la acústica, algunos le llaman 'española', aunque también se incluye aquí la eléctrica y electroacústica- tiene 6 cuerdas. Éstas, se enumeran de abajo-arriba. Sus respectivas notas son: 1ra-mi; 2da-si; 3ra-sol; 4ta-re; 5ta-la; 6ta-mi. Es decir, la cuerda más delgada -que es la primera de abajo hacia arriba- y que tiene el sonido más agudo si se toca sin pisar algún traste, es la primer cuerda. Ahora bien:
  Los metales que tiene el brazo de la guitarra se llaman: trastes. Éstos se enumeran del 1 al n' -hay guitarras que tienen más trastes que otras-. Se empieza a contar por el traste que se halla más cercano al clavijero (es la parte de la guitarra que tiene 'perillas', con éstas se afina la guitarra).
  Los dedos de la mano izquierda -esto si vas a atacar las cuerdas con la mano derecha y con la izquierda pisar los trastes- se enumeran así: 1-índice; 2-medio; 3-anula; 4meñique. Los dedos de la mano derecha -con los que atacarás las cuerdas o tocarlas- no se enumeran, y solamente se usan el pulgar, índice, medio y anular (algunos usan el meñique, pero es poco usual).
  La 'tablatura' es una de las maneras en que se pueden escribir 'las notas musicales'. Esto es una tablatura:

6E/--------------------------------3-------/

5A/----------------------------2-----------/

4D/------------------------------------4---/

3G/------------------------0---------------/

2B/---------------1---3--------------------/

1e/---0--1---3-----------------------------/

Explico qué significan los números y demás cosas:
  Los números que tienen una letra a lado, representan el número de cuerda -rememoren que se enumeran de abajo-arriba- y la letra que tienen representa la nota de cada cuerda -que les dije líneas arriba. En seguida, le puse unas líneas diagonales, para indicar que en seguida comienza lo que se debe tocar. Primero aparece un 0, este "0" lo que indica, es que toquemos la cuerda 1 al aire, es decir, sin pisar traste. Luego aparece un 1, significa que debemos tocar el traste 1 de la cuerda 1, ¿fácil, no? Y de hecho, así se leen las tablaturas. Los números -después de las líneas diagonales o de indicar qué cuerdas es esa línea- indican el TRASTE que se debe tocar, rememoren, EL TRASTE, no el dedo que vamos a usar. Ahora doy algunos 'tips' para que tengan una 'buena técnica', les sugieron que los sigan, ya que hay personas que no usan el dedo meñique para pisar trastes, deberían hacerlo, 1) porque otorga una cierta presentación a la mano, digamos, 2) si no usan ese dedo, que se lo corten.
  Los 'tips, son estos: A cada traste le corresponde un dedo, de esta manera: al traste 1, le corresponde el dedo 1, al traste 2 el dedo 2, al traste 3 el dedo 3 y al traste 4 el dedo 4, ¿fácil, no? Me explico, si me piden tocar la cuerda 5 en el traste 1, tocaré pisando en traste con el dedo 1, si me piden que toque la cuerda 3 en ese mismo traste -el 1- tocaré pisando el dedo 1, y así con las demás cuerdas. Si me piden tocar el traste 4 en la cuerda 1, lo haré pisando ese traste con el dedo 4, ¿queda, claro, no? A cada traste, le corresponde un dedo. Ahora bien, cuando los números rebasen el 4, se tocará dependiendo el criterio de quien ejecuta la pieza, tenemos que fijarnos en la manera que nos resulta más sencillo hacer los movimientos, por ejemplo: si debo atacar la cuerda 5 en el traste 5, y luego debo atacar esa misma cuerda, pero en el traste 8, lo ideal es que para tocar la nota del traste 5, use el dedo índice en ese traste y luego use el meñique para el traste 8, eso es lo ideal, aunque algunos tocarían con el índice el traste 5 y luego usarían el medio para el 8, en fin. Lo ideal es usar el meñique en situaciones así, ya que... al traste 5 le correspondería el dedo 1, al traste 6 el dedo 2, al traste 7 el dedo 3 y al traste 8 el dedo 4, si piden ejecutar luego otra nota, el movimiento de los dedos sería un tanto más sencillo. Eso ya es a consideración.
  Para concluir, la manera de atacar -o tocar- las cuerdas, se puede realizar con el dedo pulgar solamente, también se puede alternar entre y nota y nota con los dedos índice y medio -como en el caso del bajo- o si la tablatura refiere a un arpegio, usar pulgar, índice medio y anular.
  Hay efectos también, y se representan con letras en las tablaturas, pero, eso lo dejaré para la siguiente publicación. Saludos y ojalá les sirva de algo, si tienen dudas, pueden dejar comentarios.
 
M. Téllez.