La Srita “B” tiene dos mascotas,
a una la llamó “ser poco memorable”, a la otra
“ser hipotético”, está convencida de que entre las personas sólo hay
estos dos tipos de seres.
“Ser poco memorable” lo es en tanto que forma
parte de la costumbre, ese caracol determinado que arrastra y amarra, los
berrinches de los seres poco memorables resaltan aún más que los buenos
momentos que algún día proveyeron y que fueron poco usuales, casi hipotéticos y
dignos de olvidarse.
Por otro lado, los seres hipotéticos
son “casi” imaginarios, causan placer incluso antes de que caigas en la cuenta
de que estas sonriendo, impulsan y desatan con una mirada breve, en un segundo
opacan todos los tragos amargos que traen consigo, que son muy frecuentes y
dignos de ser imaginados. O al menos así lo veía ella.
En fin, el problema para la
Srita. “B” era básicamente que ambas mascotas eran sumamente territoriales y no
les agradaba ni un poco la idea de compartir la cama de la Srita. “B”. Una
tarde al regresar a su hogar, encontró que sus mascotas se atacaban entre sí,
la escena era lo suficientemente violenta y grotesca para omitir su
descripción. Intentar separarlos era en sí un peligro, lo más sensato era dejar
que sólo uno viviera, pues la Srita. “B” es lo suficientemente cruel para no
omitirlo, así que decidió no ver la evidente situación, cerró la puerta y esperó
el silencio, mientras, pensaba que de alguna forma los seres poco memorables
habían empezado siendo seres hipotéticos.
Algún tiempo después, cuando me
contó la historia no pude evitar preguntarle: - ¿y entonces, pues, quién
vivió?-
A lo que ella sonriendo
burlonamente dijo: -por mi parte creo ser de una manera poco memorable, un ser
hipotético.-
Yo me limité a encender un
cigarrillo, alzar una ceja y meditar acerca de esa amargura bufonesca, esa
mujer me agradaba, quise ser su mascota.
M.J.R.M.
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