viernes, 31 de enero de 2014

Mascotas

La Srita “B” tiene dos mascotas, a una la llamó “ser poco memorable”, a la otra  “ser hipotético”, está convencida de que entre las personas sólo hay estos dos tipos de seres.

 “Ser poco memorable” lo es en tanto que forma parte de la costumbre, ese caracol determinado que arrastra y amarra, los berrinches de los seres poco memorables resaltan aún más que los buenos momentos que algún día proveyeron y que fueron poco usuales, casi hipotéticos y dignos de olvidarse.

Por otro lado, los seres hipotéticos son “casi” imaginarios, causan placer incluso antes de que caigas en la cuenta de que estas sonriendo, impulsan y desatan con una mirada breve, en un segundo opacan todos los tragos amargos que traen consigo, que son muy frecuentes y dignos de ser imaginados. O al menos así lo veía ella.

En fin, el problema para la Srita. “B” era básicamente que ambas mascotas eran sumamente territoriales y no les agradaba ni un poco la idea de compartir la cama de la Srita. “B”. Una tarde al regresar a su hogar, encontró que sus mascotas se atacaban entre sí, la escena era lo suficientemente violenta y grotesca para omitir su descripción. Intentar separarlos era en sí un peligro, lo más sensato era dejar que sólo uno viviera, pues la Srita. “B” es lo suficientemente cruel para no omitirlo, así que decidió no ver la evidente situación, cerró la puerta y esperó el silencio, mientras, pensaba que de alguna forma los seres poco memorables habían empezado siendo seres hipotéticos.

Algún tiempo después, cuando me contó la historia no pude evitar preguntarle: - ¿y entonces, pues, quién vivió?-
A lo que ella sonriendo burlonamente dijo: -por mi parte creo ser de una manera poco memorable, un ser hipotético.-

Yo me limité a encender un cigarrillo, alzar una ceja y meditar acerca de esa amargura bufonesca, esa mujer me agradaba, quise ser su mascota.

M.J.R.M.

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