viernes, 31 de enero de 2014

¿Verdad como invento?

¿Verdad como invento?

Ahora el hombre se asume ya como un ser finito y necesita justificar  su existencia. Necesita algo más universal, duradero, y  estable pues él se ha dado cuenta de que el mundo estuvo antes de que él apareciera  y estará después de que él haya perecido. Esto leía hace algunos meses en La Idea del hombre de Eduardo Nicol, el cual dice que “la nueva idea del hombre presenta también el carácter de una definición correcta: el ente es un ser temporal”  y también es histórico.
La vida del hombre se encuentra justificada en verdades históricas. Para el hombre la verdad se torna como el fundamento necesario para la vida dado que no se puede vivir la vida humana sin principios y estos principios no pueden ser llamados de otra forma que verdades. Así, cuando una verdad entra  en conflicto, es decir, su “estabilidad” desaparece, crea conflictos en la vida humana que ha fundamentado su existencia en ella. “La crisis de una verdad es la crisis de una vida”.
Las verdades a veces cambian y esto hace entrar en crisis la estabilidad humana. Pero, esta crisis que se suscita en el hombre se torna en su situación normal muy pronto dado que toda verdad histórica tiene validez restringida temporalmente ya que su función es expresar la situación vital de ese único momento en el que surge. Al cambiar la situación, cambian las necesidades y la verdad forzosa para el hombre.
Para Nietzsche, el intelecto no va más allá de la vida humana. No tiene otra función que para los humanos y su importancia se delimita por estos. El humano no es más que egocéntrico al usar el intelecto como arma frente a otros hombres pero sólo un arma ficticia que puede usarse únicamente con otros hombres. Se inventan lenguajes: las palabras no expresa lo que las cosas son en sí, sólo son metáforas. Los conceptos engloban muchas experiencias similares pero nunca iguales, sin embargo, el hombre pretende meter particulares en conceptos universales como si el concepto “hoja” describiese siempre a la misma y que, a partir de este concepto arquetípico hubiesen sido creadas las demás hojas siguiendo la descripción de la primera.
Todo esto es creado por el hombre. Si  atendemos a la propuesta nietzscheana sobre la creación de la verdad, tendremos pues que sólo es un invento humano al igual que la palabra. Es producto humano que sólo responde a las necesidades de éste y que es válida únicamente para él. Se llega a construir verdades por acuerdo y para originar una adecuada interacción. La verdad es una “mentira” asumida por todos como verdad, una mentira colectiva que se transforma en mentira inconsciente para las siguientes generaciones. Cuando se transforma y adopta esta última forma adquiere el sentimiento de verdad. La verdad es como un juego del cual se han establecido reglas que deben ser seguidas para que sea posible una buena dinámica social. Así, la verdad sólo es un invento al igual que la palabra. Es producto humano que sólo responde a las necesidades de éste y que es válida únicamente para él.

Entonces, ¿la verdad es una creación estrictamente humana? ¿Seguiremos creando más verdades al ver las que antes considerábamos como tales derrumbadas para dar estabilidad a nuestra existencia? ¿Existen verdades fuera de lo humano, es decir, verdades metafísicas que están y estarán independientemente del lenguaje y de las necesidades humanas?

Ixchelt Hernández

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