Filosofía
Es gracioso, desde que ingresé a la carrera me he dado cuenta de que disfruto estar sola —y no en ánimo depresivo—. La soledad sirve para observar las acciones de los demás y las propias. Después analizar, comparar, planear, elegir, argumentar pros y contras de tal o cual conducta, es necesario decidir cómo actuar. Claro que no sólo se trata de criticar a otros sino principalmente criticarse a sí mismo. Existe, al darse cuenta del mal desempeño de alguna persona, un compromiso por no hacer lo que me salta del otro. Es decir que, siguiendo la luz natural de la razón, se busca la manera más adecuada para conducirte por la vida.
Esto nunca es divertido, es
incluso doloroso y fastidioso en ocasiones. Comienzas a preocuparte por cosas
que a los demás les dan lo mismo. Aquel que nunca está satisfecho y siempre se está
preguntando, ya que busca la verdad para así abandonar las opiniones. Dice
Sócrates en La República (escrita por Platón):
“-Así,
pues, ¿del amante de la sabiduría diremos que la desea no en parte sí y en
parte no, sino toda entera? –Cierto. […] –En cambio, al que con la mejor
disposición quiere gustar de toda enseñanza, al que se encamina contento a
aprender sin mostrarse nunca ahíto, a ése le llamaremos con justicia filósofo.
¿No es así?” 475c
En ocasiones, te preocupas hasta
por tirar un chicle temiendo afectar a terceros. Esto a veces es alarmante pero
también gratificante. Hacer las cosas bien y saber por qué las haces así y no
de otra manera es lo que te hace sentir mejor, aunque se vaya en contra de lo
que los demás e incluso en contra de lo que uno mismo quiere escuchar o ver.
Después de contarle esto, mi compañero (estudiante de Ingeniería), pareció sorprendido y creo que se compadeció un poco de nosotros, los estudiantes de Filosofía.
Después de contarle esto, mi compañero (estudiante de Ingeniería), pareció sorprendido y creo que se compadeció un poco de nosotros, los estudiantes de Filosofía.
Ixchelt Hernández
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